Dirigir un superclásico en Argentina no es tarea sencilla, los jugadores no ayudan en absoluto con tantas simulaciones y hablando tanto durante los partidos, esto va más allá de las camisetas, ya que la totalidad de los futbolistas lo hacen. Pero más allá de lo complicado que es dirigir en nuestro fútbol, a veces cometen errores que son difíciles de explicar como por ejemplo sucedió en la Bombonera cuando Jorman Campuzano con una clara mala intención golpeó con codazo descalificador a Jorge Carrascal cuando corrían 27 minutos del primer tiempo y Fernando Rapallini solamente le mostró la tarjeta amarilla.
Pero en esta oportunidad el árbitro platense no fue el único responsable, sino que Gabriel Chade fue quien vio la infracción y no informó el nivel de violencia de la falta que era merecedora de una tarjeta roja. Campuzano siguió pegando y luego de otra jugada similar a la de Carrascal vio la segunda amarilla luego de impactar con su brazo en la cara de Matías Suárez. El eterno rival se quedó con 10 y partir de esa situación el Más Grande se hizo aún más protagonista en pudo dar vuelta el encuentro. Cabe destacar que Chade tampoco cobró una clara posición adelantada de Ramón Ábila en una contra que Armani pudo anticipar y ganarle el delantero Xeneize.
Pablo Lunati exculpó a Rapallini y apuntó directamente contra el juez de línea –el mismo que en Tucumán anuló mal un gol de Borré que pudo haberle dado la última Superliga al conjunto de Gallardo- y sostuvo que: “La responsabilidad es de Chade, no de Rapallini. Es muy difícil que el árbitro vea el codo artero de Campuzano”. Por su parte Javier Castrilli, histórico árbitro de la década del 90 fue más duro –como cuando dirigía- y escribió en su cuenta de Twitter respecto a la jugada del codazo: “Qué vergüenza Rapallini… que un árbitro internacional no tenga el valor de expulsar ante un codazo como el que Campuzano le aplicó a Carrascal… indigna…”.