Emocionado hasta las lágrimas, Marcelo Barovero se despidió de la gente de River en el Monumental. Le agradeció al club, a sus compañeros y a Gallardo mientras de fondo se oía una ovación de todo el estadio. Un adiós soñado.

El partido ante Gimnasia pareció ser una excusa para que la gente de River le pudiera transmitir por última vez el profundo cariño y agradecimiento que le tiene a Marcelo Barovero. Finalizado el encuentro, Trapito contó sus sensaciones ante semejante demostración de amor: “Emocionante, soñado, muy feliz. Es más felicidad que nostalgia porque se cumplió todo. Ahora a mirar para adelante. Me llevó el mayor recuerdo, toda la alegría junta. Agradecido al club, a mis compañeros, a todos”.

Títulos locales, Copas internacionales, el penal a Gigliotti…solo algunos de los tantos recuerdos que dejó Trapito en el Más Grande. No se animó a elegir ninguno por sobre el resto, pero sí destacó a sus compañeros, familia y representante: “Lo que más me llevo son mis compañeros, y mi familia, porque no es fácil estar acá. La alegría de que yo lo viví, mi familia lo vivió, mi representante lo vivió. Nadie me lo contó”.

Mientras el Monumental se rendía a los pies del cordobés al ritmo de “a Barovero nunca lo vamos a olvidar”, el uno tiró: “Es inolvidable. Es lo más grande que me pasó y que me va a pasar. Estoy agradecido totalmente”. Trapito también hizo una mención especial para Marcelo Gallardo, a quien le regaló sus guantes: “Me dio mucha confianza, es un excelente técnico. Le debo muchísimo”.

“¿Pensaste que ibas a ganar todo?” le preguntó el cronista sobre el final. “Ni soñándolo”, respondió el uno. Y casi entre lágrimas, a punto de quebrarse, tiró: “Fue todo muy lindo, y la verdad que es un cuento, un cuento increíble. Estoy agradecido a Dios. Un saludo muy grande a mi vieo que mañana cumple años y la pasó muy difícil”.

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