River deberá tener paciencia para encontrar un goleador que garantice rendimiento en Primera desde las categorías formativas. Los dos centrodelanteros de la Reserva no lograron afianzarse en esa divisional y atrás hay esperanzas a mediano o largo plazo.

Hay una pregunta que es inevitable ante la inminente partida de Lucas Alario, ¿hay un 9 que sea motivo de pronto entusiasmo en las Divisiones Inferiores? Y la respuesta es que no. Si bien es cierto que Gianluca Simeone marcó una interesante cantidad de goles, todavía le falta consolidarse en la Reserva, donde alterna entre la titularidad y el banco de suplentes, aunque ayer ni siquiera estuvo entre los 18 citados para visitar a Temperley. De hecho, el conjunto que dirige Facundo Villalba tuvo como único punta definido a Alan Marcel Picazzo, un atacante por afuera, ligero.

La otra alternativa de la Reserva es Franco Petracca Leppera, un centrodelantero que amagó con destaparse en sus primeros partidos para la categoría, debido a que su estreno fue con un gol agónico en el estadio Monumental, donde disputó un preliminar frente a Lanús, el 20 de septiembre de 2015. Pero sufrió una lesión que lo marginó durante un largo tiempo y el regreso le costó. Ocupó un lugar en el banco en el compromiso de ayer.

Nicolás Franco fue el atacante que mayores expectativas causó. Suplente a nivel oficial en el día que debutaron Tomás Andrade y Gonzalo Montiel, nunca llegó a jugar oficialmente. Sí lo hizo ante Aldosivi, en enero pasado. Autor de varios goles contra Boca en la Reserva, pero lejos de convencer a Marcelo Gallardo, fue cedido justamente al equipo de Mar del Plata hasta el final de la temporada 2017/18, sin cargo ni opción de compra. El otro cedido que podría haber sido una buena opción de recambio es Federico Andrada, autor de un gol hace cuatro días para Vélez en el triunfo sobre Tigre, por la primera fecha de la Superliga.

¿Entonces? No hay un 9 inmediato en la Reserva ni las Divisiones Inferiores. Existen muchos delanteros por afuera, pero los goleadores de raza que prometen son difíciles de encontrar. En ese contexto, Julián Álvarez, a quien le dicen Pipa, amerita unas fichas. También Lucas Beltrán, un cordobés que el año pasado de sumó a la Octava tras jugar en la Novena de Instituto, aparece como otra carta más que interesante.

Sin embargo, de ninguna manera hay que acelerar procesos porque ambos puntas se encuentran en Sexta y Séptima, respectivamente. Y, si bien en el mediano plazo pueden dar el salto hacia la Reserva, aún requieren de una extensa preparación.

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