La figura de Ariel Ortega en el Millonario traspasa generaciones. Día a día el ex futbolista de River recibe el cariño de todo hincha que se acuerde de él. Después de un largo tiempo sin haceer declaraciones públicas, el Burrito reapareció en un mano a mano increíble con Atilio Costa Febre y acá te dejamos las mejores frases.

“Lo que ha logrado Gallardo es impresionante. Creo que él ha soñado cosas, pero no creo que tantas y en tan poco tiempo. A mí me sorprende por cómo ha potenciado a tantos chicos también”.

“Con Marcelo nos queremos, ¿cómo no nos vamos a querer? Aparte mi hijo es enfermo de River y le ha dado la alegría más grande de su vida, siempre quiero que le vaya bien”.

El Burrito junto al Muñeco, en la previa al partido de despedida de Rodrigo Mora (Foto: Prensa River)

“River es como tu vieja, te da todo. Hasta te da trabajo y puedo estar ahí. No tengo otras palabras. Si hubiese sido por mí, no me hubiera ido nunca de River. Pasaron cosas y me tuve que ir, pero no se puede volver el tiempo atrás”.

“Me dolió en ese momento cuando Simeone me borró, pero yo fui a la habitación de él y le dije todo lo que tenía que decir.A él y a Vivas. Los re puteé a él y a Nelson.Hay gente que se cree más importante que el club, que el fútbol… River es más importante que los entrenadores y todos los jugadore que hemos pasado”.

“Diego Maradonase ha portado siempre muy bien conmigo, le tengo un gran cariño y le deseo lo mejor. Estar en un Mundial con él es un privilegio de la vida. No soy de llamarlo por teléfono, tampoco soy muy social”.

“¿Messi o Maradona? No puedo elegir, amo a los dos”.

“Ramón era un distinto, no pude jugar tanto tiempo con él. Salas también era un crack y no pude jugar tanto”.

“Mi mejor época fue del 92 al 96, esos años fueron fantásticos, era un jugador completo. Cuando me fui afuera se me hizo un quiebre. Volví a River a alegrarme el corazón, tuve el mal paso de ir a Turquía, después se hizo muy difícil”.

Con la camiseta de la Sampdoria, uno de los clubes de los que jugó en el exterior.

“En la última etapa en River, venían jugadores que no eran para River.¡Traían a cada jugador que era difícil jugar! Era un quilombo. Pasé un momento feo, pero se dio así”.

“El desarraigo me costó muchísimo, estuve a punto de dejar cuando estaba en la pensión. Por eso trato de acompañar a los chicos, a veces se ponen a llorar y te parten el alma, son nenes de 10 años. Uno trata de acompañarlos y que sigan adelante: son el futuro de River”

“A la final de Madrid la vi sólo en casa. Me angustia mucho cuando en la cancha putean a los jugadores. Decidí verlo en casa tranquilo. Pero con el de Benedetto, escuché los gritos en el edificio y cerré la persiana por las dudas. Después, con los tres goles de River, salí al balcón a gritarlos y revolear puteadas para todos lados. ¡Pensé que iba a salir en los noticieros! Pero por suerte nadie me filmó en ese momento, ja”.