Varios hinchas de River probablemente insultaron en sus cabezas a Pep Guardiola. El Manchester City liquidó el partido ante el recién ascendido Bournemouth por la segunda fecha de la Premier tan solo en los primeros 45 minutos: se fue al descanso ganando 3-0 y muchos creían que para el segundo tiempo iba a entrar Julián Álvarez, pero el entrenador español recién decidió ponerlo a los 74 minutos.
Con el City regulando energías y muy lejos de ser apabullante, la Araña saltó a la cancha faltando veinte minutos para el final del encuentro en lugar de Erling Haaland y nuevamente no pudo participar demasiado, aunque volvió a mostrar su repertorio sin pelota: presión exigente en salida y movilidad por todo el frente de ataque, pese a que Grealish y Bernardo Silva casi no se la dieron.
Los Citizens terminaron ganando 4-0 y el último tanto podría haber sido obra de Julián. Cancelo desbordó por izquierda, llegó hasta el fondo y la jugada se ensució, pero logró tirar el centro y cuando la Araña estaba listo para definir, Jeffesron Lerma metió la pierna y terminó marcando el gol en contra.
Durante su estadía en cancha, el oriundo de Calchín solo pudo tocar cinco veces la pelota y acertó dos de los tres pases que intentó. De nuevo, no le favorece mucho ingresar cuando su equipo ya no está buscando goles.