David Martínez no es el culpable de la irregularidad de River, pero en sus flojas actuaciones sí pueden explicarse algunos desacoples y errores defensivos que terminaron en goles del rival en distintos contextos. Anoche ante Sarmiento, el central izquierdo volvió a mostrarse dubitativo y errático con la pelota en los pies, sumado a dos equivocaciones puntuales que desembocaron en el 1-0 y 2-0 del equipo de Israel Damonte.
Desde la distensióndel ligamento lateral interno de su rodilla izquierda sufrido en febrero de este año, Martínez no volvió a ser el mismo y alternó más malas que buenas. Y como su competencia está en un nivel todavía más bajo, a Gallardo no le queda otra que darle confianza al paraguayo e intentar respaldarlo para que recupere la versión que lo hizo llegar a la Selección.
En el segundo tiempo, Martínez casi no sufrió sobresaltos en defensa porque Sarmiento se dedicó a ocupar espacios en su campo y a tratar de desactivar cada ataque de River. En uno de sos intentos, el defensor cruzó mitad de cancha con pelota dominada e intentó un pase por izquierda para Paradela, sin obstaculos en el medio, pero la pelota se le fue por la línea de cal y bajaron algunos murmullos en la tribuna.
Ahí fue cuando Gallardo bancó al jugador y se pudo leer que le dijo “¡Ey, no pasa nada. No pasa nada!”, aprovechando que Martínez estaba pasando cerca del corralito en el regreso a su posición y lo tenía cerca para hablarle. El DT trató de brindarle tranquilidad en medio de un momento adverso, aunque claramente no está conforme con su rendimiento y necesita que Martínez enderece cuanto antes su rumbo futbolístico en pos del beneficio del equipo.