Todo es alegría en River y no es para menos. El Millonario se sobrepuso a un partido muy complicado en Chile ante Colo Colo, se despertó sobre el final y logró tres puntos de oro para quedar a un paso de clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores. No solo el equipo tuvo que lidiar con el equipo chileno, sino también con un pésimo arbitraje del venezolano Alexis Herrera, que inventó faltas constantemente y perdió el control del encuentro muy fácil. Gracias a los golazos de Matías Suárez y Esequiel Barco en los últimos minutos, el Más Grande ganó por 2-1 (Lucero descontó en el final) y sueña a lo grande en la Copa.
Si bien no tuvo un partido brillante y tuvo ratos de mucha imprecisión en los pases, Enzo Pérez volvió a funcionar como el termómetro de River, sobre todo en el segundo tiempo donde el trámite se hizo más parejo, equilibrado y de detalles. En esa faceta, el capitán siempre saca a relucir su inteligencia para evitar que el equipo se descontrole o quede mal parado ante algún contragolpe. Fue la esencia de River y su esfuerzo es para aplaudirlo de pie, porque arrastraba una contractura desde el partido del fin de semana con Atlético Tucumán y no pudo completar el encuentro esta noche.
De hecho, el mendocino salió con una fatiga muscular en uno de sus isquiotibiales a los 89 minutos (entró Zuculini), aunque no es nada para preocuparse y seguramente pueda estar a disposición de Gallardo en el próximo entrenamiento. River debe jugar en Junín el próximo sábado contra Sarmiento y viendo el desgaste físico que hizo en estos últimos partidos, es probable que Enzo descanse y vaya al banco de suplentes, aunque es el Muñeco quien lo va a definir en los próximos días.
A cuidarse de las amarillas
Enzo fue amonestado esta noche ante Colo Colo y sumó su segunda amonestación en lo que va de la Copa Libertadores (ya había visto la tarjeta contra Fortaleza). Tres amonestaciones preveen una suspensión de un partido, por lo que el volante deberá cuidarse para no recibir una tarjeta más y perderse algún partido.