Enzo Fernández es el diamante en bruto que tiene River. No alcanzó con la aparición de Julián Álvarez que el Millonario, casi sin darse cuenta, sacó de las Inferiores a otro talento con destino europeo y que fin de semana tras fin de semana demuestra en la cancha que es sencillamente distinto.Enzo juega y hace jugar, se divierte en la cancha y tiene hambre de gloria. No se deja llevar por los rumores que lo vinculan a las potencias de Europa y se enfoca en ganar la Copa Libertadores con el club de sus amores.
River ya bajó el martillo: el que quiera llevárselo deberá poner los 20 millones de dólares que vale su cláusula de de rescisión, por cualquier otra oferta se quedará en el Más Grande. Y si bien Enzo sabe que el Viejo Continente está a la vuelta de la esquina (lo siguen Benfica, Juventus, Milan y Real Madrid), no se desespera: “Jugar en Europa es un objetivo, pero no estoy ansioso por emigrar ni nada. De eso se está encargando mi representante, yo estoy disfrutando del día a día en River. Estoy muy feliz en el lugar que siempre soñé, quiero seguir compitiendo“, le dijo en una entrevista a la Liga Profesional.
Y reafirma su máximo anhelo: “Mi sueño es ganar la Libertadores con River, es una competición muy importante, vamos a trabajar para conseguirla. Riveres mi casa, estoy desde los cinco años acá y siempre soñé con ganar cosas acá.Haber venido tan chiquito y ahora estar acá en Primera me llena de satisfacción. Es un club muy grande en el mundo.Es mi vida, mi casa, todo para mí“. Pocos tienen un sentido de pertenencia tan marcado como él.
Y agregó: “Que la gente hable bien o me halage me llena de satisfacción porque siempre trabajé para tener este momento. Las palabras de aliento me motivan a seguir para que la gente hable todavía mejor je“.
El presente de Julián Álvarez
Enzo Fernández y Julián Álvarez tienen edades distintas, juegan en posiciones distintas pero reunen algo en común: los dos le dejarán millones de dólares a River y el mediocampista se anima a hablar no solo de los goles, sino también de la calidad humana de la Araña: “Es una persona muy humilde, trabajadora, estoy muy feliz por su presente. Se volvió muy importante, hizo muchos goles, me pone muy feliz porque tiene una familia muy humilde que lo acompaña día a día, y él nunca perdió la humildad. Es un espejo para los chicos y para mí mismo, que lo tengo todos los días”.