River no jugó bien, alternó buenos y malos momentos contra Independiente, pero Alario volvió a ser fundamental y le dio un triunfo indispensable a La Banda para seguir soñando con pelear por el título.
Había que ganar. Lo sabía el plantel y también Marcelo Gallardo. Nuevamente parecía que la buena actitud del equipo no sería suficiente, pero La Banda tiene un as bajo la manga que siempre aparece en el momento necesario.
Fue un primer tiempo discreto, en el que ninguno brilló ni fue un desastre. Arrancó mejor Independiente, pero River tuvo la más clara, luego de que Lucas Alario bajara la pelota de cabeza para Gabriel Mercado, quien estuvo a centímetros de empujarla.
El Millonario fue más imprecisión que otra cosa y le costó tomar el control de la pelota. De hecho, se repartieron el balón por momentos con el visitante, que tampoco estuvo fino para golpear en los contraataques.
Claro, la lesión de Leonardo Pisculichi le quitó juego al Millonario. Marcelo Gallardo puso a Camilo Mayada, que en esos 45 minutos iniciales fue pura entrega, pero falló en dos ocasiones al llegar sin marca y errarle a la pelota.
En el complemento se notó -ya con el ingreso de Nacho Fernández por Joaquín Arzura- la intención de acorralar a Independiente, aunque River lo logró sólo de a ratos.
Es cierto que pudo ganarlo con dos llegadas de Alario, pero fueron ocasiones aisladas que estuvieron lejos de conformar al Muñeco. El Más Grande no le encontraba la vuelta y no pasaba del 0 a 0 contra un rival que, poco a poco, se conformó con el empate.
Pero claro, con Alario jamás se puede dar un partido por perdido -o empatado-. El Pipa volvió a transformarse en héroe con un gol fundamental que le da vida al Más Grande en un torneo corto donde ya no había margen de error. Ahora, que venga Boca, otra oportunidad inmejorable para soñar.
+ EL GOL: ¡Enorme, Alario!
+ FOTOS: Las imágenes del partido.
+ LESIÓN: Piscu duró 20 minutos.
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