Alario fue la gran figura de River en la victoria 4-1 sobre Temperley. Autor de un doblete, siempre generó peligro y estuvo muy atento durante los 72 minutos que jugó. Además, recibió la ovación de los hinchas.
Una vez más, la rompió. Es el mejor jugador que tiene River. La pieza que mayor interés genera en Europa. Y sobran razones para comprender semejante expectativa depositada en Lucas Alario: no sólo por su evidente capacidad goleadora, sino también porque sabe acoplarse al circuito ofensivo del equipo de forma inteligente.
Esta noche, contra Temperley, el Pipa nuevamente fue la figura del Millonario, como frente a Emelec. Autor de la apertura del marcador, abriendo la cancha para que Rodrigo Mora desbordara y lo asistiera, el delantero proveniente de Colón también señaló el 2-1 parcial. Transformó un penal en gol con la sencillez de siempre.
Además, Alario aportó un rendimiento eficiente en la elaboración ofensiva. Supo dónde moverse, cómo hacerlo y mantuvo inquieto al fondo visitante. También fue contundente porque dos de sus tres remates terminaron adentro: el otro fue un derechazo débil que contuvo el arquero Matías Ibáñez.
Con nada menos que 38 goles oficiales en 67 partidos vistiendo el manto sagrado, Alario registra un promedio muy elevado. Es el máximo artillero de River en la temporada 2016/17, pero sobre todo, es un animal del gol. Y gracias a una gran lectura de mercado, su hábitat es Núñez.
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