�??El Rey de la Selva en plena Bombonera

Sebastián Driussi tuvo el honor de marcar el tercer gol en el triunfo del Más Grande ante Boca y de silenciar a casi 49.000 personas, que jamás se olvidarán del imponente león que lleva en la espalda.

El 14 de mayo está destinado a ser un día inolvidable para el Mundo River. En 2015, un hincha del eterno rival cometió uno de los actos más cobardes de la historia del fútbol y le arrojó gas pimienta a los jugadores del Millonario. Y ayer, justo en el segundo aniversario de aquel duelo bochornoso, La Banda se quedó con el Superclásico en La Bombonera.

Sin embargo, esta jornada no será recordada sólo por los riverplatenses, sino también por sus protagonistas. Y uno de ellos es Driussi, autor del 3-1 que adornó el silencio sepulcral del estadio Alberto Jacinto Armando.

El delantero logró lo que cualquier hincha soñó siempre: convertirle un gol al rival de toda la vida y gozarlo, ver las caras de sus hinchas con bronca e impotencia, muy cerca de las tribunas. Pero claro, este festejo tuvo una particularidad: el juvenil fue el Rey de la Selva en plena Bombonera. Allí exhibió el imponente tatuaje que se hizo hace algunas semanas y les mostró a los del chiquero el león que lleva en la espalda.

El atacante, quien ayer alcanzó los 15 gritos y se acomodó como el máximo goleador del torneo, le había revelado a La Página Millonaria de qué se trata este curioso grabado que se hizo en la piel: “Es un símbolo de fuerza, de coraje y de poder”.

A los 21 años, y con 26 goles y 10 asistencias en 97 partidos oficiales, Driussi le marcó tres veces (dos por los puntos) al rival de toda la vida y tiene el privilegio de ser, al igual que Ramiro Funes Mori y muchos otros más, uno de los riverplatenses que enmudeció a 49.000 hinchas de Boca.