El delantero no sólo aportó su cuota en la red, sino que además se mostró lúcido desde el punto de vista táctico para asociarse a los volantes y generar espacios en todo momento.
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La temporada 2016/17 de Sebastián Driussi dejó de ser un oasis en el desierto, un espejismo o una simple racha goleadora. Atrás quedó el momento de mayor riesgo, el parate obligado por las vacaciones y la extensa pretemporada. Lejos de perder su nivel, el atacante de 21 años sostuvo su rendimiento e ilusiona tanto a propios como extraños.
Esta noche, en Colombia, Driussi exhibió una tarea muy positiva. Además de marcar el 2-0 parcial a puro oportunismo -capturó una pelota perdida-, fue fundamental para que el circuito ofensiva tuviera fluidez. Es que supo cuándo retroceder para unirse a los volantes y abastecer a Lucas Alario e incluso poner la pausa junto con un iluminado Ignacio Fernández.
Driussi no sólo inquietó a los defensores rivales, haciéndoles perder todo tipo de referencia a la hora de marcarlo, sino que también contribuyó para la recuperación de la pelota o simplemente la presión en bloque. Con la conquista en Medellín, llegó a 19 goles oficiales -lleva 13 durante esta temporada- en 86 partidos para River. ¡Que siga así!
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