Cuando apareció en aquel pálido 0-0 con Vélez en el Monumental en el año 2016, los ojos de los hinchas de River se iluminaron. Con su gambeta, su habilidad y una zurda que prometía, Tomás Andrade irrumpió en el plantel profesional del Más Grande en un año de transición de la era Gallardo y empezó a llevarse todas las miradas. Rápidamente se comparó su juego con el de Andrés D’Alessandro, aunque su estadía en Nuñez lejos estuvo de ser la esperada.
El Muñeco le dio varias oportunidades, Andrade no las aprovechó y terminó de sentenciar su futuro cuando erró un gol insólito contra Belgrano en el Monumental, partido que el Millo ganó 2-1 para su suerte. Arrancó un periplo por Brasil a préstamo (Atlético Mineiro primero, Athletico Paranaense después), siguió en Argentinos Juniors hasta que el Millo lo dejó libre en marzo de 2021.
Jugó en el modesto Sud América de Uruguay, el último año vistió los colores de Audax Italiano de Chile y desde diciembre se encontraba con el pase en su poder. Tras varias semanas sin poder conseguir club (estuvo negociando con Belgrano pero finalmente la gestión no llegó a buen puerto), Andrade se sumará a Botafogo Futbol Club de San Pablo, un equipo de la Serie B (segundacategoría) de Brasil.
No, no es el tradicional Botafogo que compite a nivel internacional y de colores negro y blanco. El equipo al que irá el zurdo es rojo, negro y blanco y ascendió el último año desde la Serie C. El contrato es por una temporada, por lo que Andrade buscará en este 2023 encarrilar su carrera y tratar de volver a ser aquel talentoso mediocampista ofensivo que desveló a todos en Nuñez.