Tras la presentación de ayer en el Monumental, el Cabezón realizó un entrenamiento liviano en el predio de Ezeiza, durante su regreso a River.
Fue el centro de atención en una mañana tan calurosa como soleada. Luego de 12 años y medio, Andrés D’Alessandro volvió al anexo deportivo que la institución de Núñez posee a metros de la autopista 205 desde noviembre de 2002, cuando él ya era figura en su etapa anterior. Minutos antes de las 8, arribó en un automóvil manejado por su amigo Claudio, chofer para la ocasión.
Entusiasmado por el esperado retorno al club, vistió la ropa de entrenamiento al igual que en la conferencia, aún sin número designado para afrontar un semestre bastante cargado. ¿Qué actividad hizo? Fútbol-tenis, donde formó equipo junto con Leonardo Pisculichi, Rodrigo Mora y Jonatan Maidana.
Además, el mediocampista ofensivo trotó alrededor de la cancha número 2. Una vez concluida la rutina de este viernes, demoró alrededor de media hora para salir del vestuario. Enseguida saludó a Rodolfo D’Onofrio. Conversaron tres minutos y, después, el flamante refuerzo atendió el pedido de algunos hinchas para sacarse fotos.
Vestido de remera y zapatillas blancos, D’Alessandro lució una bermuda oscura y un arito debajo del labio. Con una mochila también blanca, no demasiado cargada, se retiró feliz del predio de Ezeiza, quizás incrédulo por su retorno al Millonario. Así fue su primera jornada con sus nuevos compañeros, entre ellos dos viejos conocidos: Luis González y Leonardo Ponzio, excompañero suyo en Real Zaragoza.
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