Alonso resaltó la importancia del sacrificio como principal carta para explicar su vigencia goleadora cerca de cumplir 37 años. Además, consultado sobre el apellido similar al de un ídolo como el Beto, se mostró muy humilde.

Desde que llegó dejó en claro que su deseo es hablar dentro de la cancha. Luego del estreno contra Quilmes, a punto de gritar aunque sin éxito en los metros finales, Iván Alonso pudo darse el gusto en Córdoba. Pero no alcanzó para que River pudiera concretar la paridad contra Belgrano. “Sirvió poco, nada más que para las estadísticas”, lamentó, en rueda de prensa, tras la práctica realizada durante la tarde en el Monumental.

¿Qué análisis hizo el delantero uruguayo acerca de la caída en el estadio Mario Alberto Kempes? “Tres contragolpes bien resueltos le dieron la ventaja amplia al rival. En la segunda parte, tuvimos posesión de pelota, hicimos mejor las cosas y pudimos acortar la diferencia, pero no nos alcanzó para por lo menos obtener un empate”, evaluó.

A la hora de hablar sobre su arribo a Núñez, Alonso dio detalles en cuanto a su relación con Gallardo. “Marcelo me conoce desde hace tiempo. En el 2012 me quiso llevar a Nacional cuando yo estaba en México. Fue imposible y ahora, por suerte, se pudo dar. Me pide que siga haciendo lo que hice en Nacional y en mi carrera deportiva: movilidad, brindarle opciones de pase a mis compañeros y estar cerca del gol”, reveló. ¿El secreto de su vigencia? “No hay ningún secreto. Después de mi familia, el fútbol me lo ha dado todo. Esto es recíproco. Cuando vos le das al fútbol y vivís para el fútbol, al final el fútbol te termina dando. Yo he vivido y sigo viviendo para el fútbol porque, después de mi familia, me dio todo”, le respondió a La Página Millonaria.

Sorprendido por la categoría de sus compañeros (“jugadores con una calidad técnica enorme, superior a la media del continente”), el atacante de 36 años, quien cumplirá 37 en abril, destacó la experiencia de jugar en el templo de Núñez: “Nunca había tenido el gusto o el placer de jugar en el Monumental. La hinchada de River es tremenda. Me tocó por primera vez. Para mí es un orgullo, un placer y un honor haber tenido este desafío y reto en mi carrera a los 36 años“.

“Yo vine a aportar mi granito de arena desde la posición que me toque, sea dentro de los 18 o los 11. A esta edad uno aprecia y valora todo mucho más que a los 20 años. Cuando tenés 30 y pico, te das cuenta que esto se va terminando y lo valorás mucho más”, agregó, feliz, Alonso. Y lejos de asumir un desafío exagerado, le restó valor a la coincidencia con el Beto: “Tengo el mismo apellido que una leyenda, un mito, un ídolo de River. Eso no quiere decir absolutamente nada. Yo vengo con mucha humildad a intentar a hacer mi historia dentro de la institución. Primero en la historia dentro del plantel y después, si se da, mi historia con mi nombre y apellido. Pero yo no quiero me comparen ni mucho menos con el Beto Alonso, que es un ídolo de esta institución tan grande“, resaltó.

Además, el punta con pasado inmediato en Nacional aseguró que jamás experimentó nerviosismo por los perjuicios sobre su edad. “No tuve ninguna presión en ningún momento. Cuando un entrenador ganador en los últimos tiempos como Marcelo Gallardo y una institución como en River te abren las puertas de la forma en la que me las abrieron, uno se siente con total confianza y respaldo. Después lo que quedaba era seguir haciendo lo que venía haciendo en mi trayectoria”, manifestó. Hasta ahora, justifica el pedido del Muñeco.

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