Fue una semana muy caliente de Copa Libertadores en varios de los cruces de octavos de final, pero todos los flashes de los escándalos se los llevaron el enfrentamiento entre Atlético Mineiro y Boca en Brasil, que terminó con peleas muy graves en la zona de vestuarios entre los jugadores del equipo visitante y la policía, y donde además se vio al presidente del club local revoleando botellas a la delegación del clásico rival de River.

Es por esto que en estas horas Conmebol está evaluando mediante las imágenes que se divulgaron estudiar bien la situación para determinar las sanciones correspondientes para ambos equipos. Y ante esta situación, un posible escenario podría derivar en la suspensión de la cancha y de esa manera que Mineiro se encuentre obligado a cambiar su localía para la serie frente al equipo de Marcelo Gallardo en los cuartos de final.

Si eso llega a suceder, el conjunto que tiene en sus filas a Ignacio Fernández deberá mudarse a otra ciudad para ese cruce ante el Más Grande, y las posibles alternativas serían Brasilia y el Maracaná de Río de Janeiro, estadios que fueron plaza de la última Copa América y que cuentan con todas las reglamentaciones de Conmebol para albergar un partido de estas magnitudes.