El 6 de junio de 2014, el Muñeco volvió al club de sus amores para tomar el mando que había dejado Ramón Díaz, quien se había ido del club siendo campeón del Torneo Final 2014 y de la Superfinal ante San Lorenzo. Con la mentalidad ganadora y el estilo ofensivo que lo caracterizó siempre, el entrenador potenció al equipo y obtuvo cuatro títulos internacionales.

El Mundo River recuerda el día en que Marcelo Gallardo asumió como director técnico del Más Grande. River venía de ser campeón de la mano del Pelado, quien fue el encargado de devolverle la sonrisa a cada hincha que hacía seis años que no gritaba campeón.

Luego de consagrarse ante San Lorenzo, y de manera inesperada, el riojano sorprendió a todos y se fue de Núñez. La dirigencia no lo dudó ni un segundo y puso la confianza en el Muñeco, quien había conseguido el Campeonato Uruguayo 2011-12 con Nacional, de Montevideo.

Primero viene River; segundo, River; y tercero, River.

Y el director técnico, que en ese entonces tenía 38 años, tomó el mando. Justamente, hace exactamente dos años fue presentado oficialmente en Núñez. En la conferencia de prensa dejó una sentencia que hizo retumbar cada corazón riverplatense: “Primero viene River, segundo River, y tercero, River”.

Además, Gallardo tuvo un gran desafío: potenciar al equipo campeón e ir por más. Un punto para nada fácil. Y lo consiguió. En su primer torneo, le brindó una identidad de juego que dio que hablar en todo el mundo. River quedó segundo en el campeonato doméstico, pero venció a Boca en las semifinales de la Copa Sudamericana 2014 y luego festejó en la final ante Atlético Nacional.

Y el ex-enganche que enamoró a los fanáticos en su etapa como jugador fue por más. Jamás se conformó. El siguiente grito de campeón fue en la Recopa Sudamericana: River venció 2-0, en el global, a San Lorenzo y otra estrella internacional fue a parar a Núñez. Luego, se consagró en la Copa Libertadores -título que al Millo se le había negado durante 19 años- con otra eliminación al eterno rival. Aunque aquella vez fue por los octavos de final.

Tan sólo un días después de conseguir el máximo certamen de América como entrenador -la había ganado como jugador en 1996-, Gallardo y sus dirigidos se quedaron con la Copa Suruga Bank. Tiempo más tarde, un River distinto en varios aspectos perdió la final del Mundial de Clubes 2015 contra Barcelona y mostró un flojo nivel en el Torneo de Transición 2016.

Es cierto que varios puntos cambiaron a comparación de cuando el Muñeco llegó a la institución. Son muchos los cambios que sufrió el equipo. Sin embargo, y a pesar de que algunas veces el entrenador sea cuestionado, en los corazones de los hinchas hay una esperanza de que River recupere la memoria. Mientras tanto, se debe apoyar y reconocer a este gran DT para unir a todo el pueblo riverplatense.

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