River fue una lágrima en Asunción. Enojo y disgusto son las dos palabras que resumen y definen los gestos de disconformidad que Marcelo Gallardo tuvo a lo largo del partido con Talleres. Y ya consumada la derrota en la Supercopa Internacional, el DT no fue a buscar su medalla.
Finalizados los 90 minutos y el alargue, el Millonario tuvo el triunfo en la serie de penales en los pies de Colidio. El delantero falló, luego erró Lanzini y Talleres metió los dos suyos, y así, se revirtió la historia y el Más Grande sumó su séptima derrota seguida definiendo desde los 12 pasos, aún pese a los dos tiros atajados por Armani.
No obstante, la primera reacción de Gallardo fue casi que paternalista. Entró al campo de juego a consolar a algunos de los futbolistas más tocados. Sin embargo, al momento de la premiación, todos los jugadores de River fueron a recibir su medalla menos el Muñeco, quien se quedó en silencio observando a un costado.
