Que 7 días de emociones fuertes como solamente River puede ser capaz de generarlas. Se inició con el valioso empate en Chile, la victoria histórica de los suplentes en La Bombonera y la felicidad enorme de otra noche triunfal de Copa en casa, con pasaje a las semifinales incluído. Era una seguidilla muy exigente y comprometida. Todo salió como queríamos y deseábamos. No era para nada sencillo pero se lograron ambos objetivos y por eso se valora y disfruta mucho más. Sin dudas fue una semana Gallardista. De esas a las que el DT de River nos acostumbró a lo largo de todo su maravilloso primer ciclo y que ahora nos vuelve a regalar en esta reciente vuelta.

River quiere y va por todo. Y con Marcelo Gallardo al frente uno cree que no hay sueños imposibles. Planificó la semana más difícil desde su regreso. Eran tres partidos muy bravos, que de no conseguir los resultados deseados podían definir negativamente el año de River tanto en el ámbito local como en el plano internacional. La Copa Libertadores es el gran desafio pero nunca se puede regalar un Superclásico. Necesitaba salir bien parado de ambas situaciones. Y lo hizo. Se trajo un buen resultado de Chile, pisó fuerte en La Boca y mostró su estirpe de equipo copero en el Monumental ante un buen rival como fue Colo Colo.

Noche Gallardista. (Foto: Imago).

Clasificación trabajada

No fue nada fácil la clasificación a semifinales. River tuvo enfrente suyo a un adversario que lo incomodó, que le disputó el dominio de partido, que por momentos lo superó pero que nunca pudo transformar esas buenas intenciones en situaciones de riesgos para Franco Armani. En los primeros 45 minutos se vió lo mejor de River. Presionó, corrió, metió, jugó de a ratos y convirtió el gol que marcaría la diferencia entre un equipo y otro. Ese gol fundamental de Colidio significó la clasificación.

Porque en la segunda mitad Colo Colo creció en su rendimiento pero nunca tuvo ese peso ofensivo necesario para anotar el tanto que pudiera igualar la serie. Es cierto que al estar solo un gol abajo, estuvo siempre metido en partido y cualquier pelota al área podía cambiar la historia de la noche. Por eso el nerviosismo o sufrimiento del momento. La realidad indica que Armani no tuvo ni un solo susto. El equipo de Jorge Almiron juega y elabora bien pero eso no le alcanzó ante una defensa tan sólida como es la de River. Aún con el riesgo de aburrir por ser reiterativo con este concepto vale la pena remarcarlo una vez mas: esta versión actual se armó de atrás para adelante y con Germán Pezzella como abanderado.

Defensa confiable

El equipo confía en su defensa. Se cierra bien atrás. Todos cumplen y se destacan. Da la sensación que si River hace un gol después sabe cómo defenderlo. Se mejoró mucho en este aspecto y en eso se apoyó el equipo durante el segundo tiempo cuando el cansancio ya se empezó a adueñar de las piernas de algunos jugadores. Gallardo tuvo que prescindir en esa etapa de dos puntos individuales muy altos como Matías Kranevitter y Santiago Simón.

Gallardo le da indicaciones a Kranevitter, el dueño de la mitad de la cancha.

Los dos la rompieron otra vez y ya nadie los discute como titulares. Con sus ausencias, River terminó un partido que tenía que aguantar el resultado con Franco Mastantuono, Ignacio Fernández, Nicolás Fonseca y Manuel Lanzini en cancha. Ninguno recuperador ni tampoco puramente defensivo. Alcanzó con los 4 leones del fondo que nunca te dejan a pie. A Pezzella hay que sumarle a Leandro Gonzalez Pirez, Fabricio Bustos y Marcos Acuña. Todos tuvieron una actuación descomunal en lo defensivo.

Aún en medio de la alegría, hay que seguir mejorando

Posiblemente el equipo tenga que seguir creciendo para tener aspiraciones serias en esta Copa. Deberá ser un poco más continuo y creativo en el juego. Sostener más la pelota y aumentar el porcentaje de su tenencia para generar un mayor caudal de situaciones de gol. Ayer tuvo pocas y acá nace un debate. ¿Es culpa del momento de Miguel Borja o la actualidad del colombiano es producto de lo poco que genera el equipo en el área rival? Al Colibri se lo nota incómodo en este contexto de jugar lejos del arco y poco abastecido. Igualmente, aún en su incomodidad, deberá mostrar más amor propio para imponerse y no ser presa fácil de los defensores que lo marcan en cada jugada. Si podemos afirmar que estamos ante un gran momento de Facundo Colidio y también que todavía falta que Maxi Meza se suelte mas en su juego.

Colidio, una de las grandes figuras de la noche. Foto: Imago.

Todo es tiempo de ensayo y de trabajo. A mayor cantidad de semanas de entrenamiento más mejorará el equipo. Lo hemos visto y comprobado en este corto plazo de 2 meses. River ha recuperado atributos anímicos y físicos que le permiten a su entrenador ir poniendo de a poco en la cancha un equipo mas parecido a su identidad y estilo.

Hoy se ve compromiso y sacrificio. Todos van atrás de una idea que el entrenador ya parece haberles inculcado a cada uno de los futbolistas. Nadie negocia el esfuerzo y una de las claves para entender porque River esté entre los cuatro mejores equipos de América es esa entrega y espíritu que le permite ser un equipo combativo y con presencia. Una condición super necesaria para este tipo de competencia donde a veces no alcanza con solo jugar bien.

Es justo dedicarle un párrafo a un hombre clave para River en esta serie de cuartos de final que fue Arturo Vidal. El chileno habló demasiado toda la semana y eso despertó el orgullo de los futbolistas millonarios, además se sacó la foto que nunca falla y fue actor fundamental en el gol de River durmiendo la siesta y habilitando a todo el mundo. Hizo todo lo que necesitabamos y por eso queremos agradecerle su aporte y desde aquí desearle mucha suerte en el prestigioso torneo chileno que es el gran objetivo que le queda en este 2024.

Que venga el que sea

River ahora descansa para poner la cabeza el domingo en Talleres por el campeonato mientras espera rival para disputar las semifinales de Libertadores en el mes de octubre. Puede ser Atlético Mineiro o Fluminense. Que venga el que sea. River sueña tan fuerte con la Copa que no elige rivales y sabe que deberá vencer a todos los que intenten oponerse a esta conquista internacional tan deseada y que ahora está a solo 3 partidos. Es tiempo de disfrutar al maximo todo esto amigo hincha de River. Lo conseguido en esta semana es muy importante y valioso. Estamos atravesando un momento bárbaro. Por eso hay que vivirlo con mucha felicidad y alegría. La casa está en orden y los sueños intactos.