River inauguró su predio de entrenamiento en Ezeiza, River Camp, el 20 de septiembre de 2016. Desde entonces y hasta hoy, ese espacio con 1100 metros cuadrados de obra civil e instalaciones del más alto nivel en el fútbol argentino en el que muchos darían todo por estar, hay especialmente un espacio al que, dicen, mejor no ser llamado: la oficina de Marcelo Gallardo. Fue allí donde ayer y hoy se les comunicó a varios jugadores, entre ellos los llamados héroes de Madrid, que no seguirán en el club.
El River Camp es una de las obras que más orgullo le genera a la gestión que comenzó con Rodolfo D’Onofrio, que continuó con Jorge Brito y que seguirá en crecimiento con el actual presidente, Stefano Di Carlo. Nueve canchas, tres de ellas con las medidas del Monumental, gimnasio, salón con hidromasaje, sala de prensa, estacionamiento, depósito para maquinaria, sala de videoanálisis y de proyección, departamentos de kinesiología, neurociencia, psicología y nutrición son algunos de los tantos sectores que tiene el predio donde también está lo que muchos de los jugadores de ayer, pero también de hoy llaman “el confesionario”.
Qué es “el confesionario”: la temible oficina de Marcelo Gallardo en River Camp
El DT de River tiene su espacio reservado en el predio de River en Ezeiza. Es, básicamente, una oficina técnica donde lleva a cabo sus tareas como entrenador, pero es también el lugar donde convoca a los futbolistas para decirles cara a cara que ya no seguirán en el club, que no los tendrá en cuenta y/o que deben buscarse un nuevo horizonte.
Fue una de las personas que más lo conoce, el periodista Diego Borinsky, quien contó a La Página Millonaria, algún detalle del lugar al que casi nadie quiere ir: “Cuando hice el primer libro de Gallardo, me acuerdo que fui un jueves a River Camp. Me citó en la oficina de él, a la que se llega subiendo una escalerita caracol blanca, que después fue rebautizada como El Confesionario, donde en estas horas va a haber varias reuniones ahí y va a ser más confesor que nunca”, dijo el biógrafo del Muñeco unas horas antes de confirmarse que allí el Muñeco les comunicó las salidas a Enzo Pérez, Nacho Fernández y Milton Casco, entre otros.
La dinámica fue la siguiente: ayer, jueves 27 de noviembre, minutos antes del mediodía, uno de los asistentes de Gallardo fue llamando a los jugadores uno a uno, comenzando por Enzo Pérez. “Marcelo te espera en su oficina” o “Marcelo quiere hablar con vos, andá a su oficina”. Con esas palabras, el hombre les indicaba el camino. Una vez escaleras arriba, los que no seguirán se fueron enterando de la decisión del DT en una charla en la que les comunicó la decisión y los motivos de la misma.
Hoy, en tanto, aunque ya licenciados, algunos de los que no seguirán volvieron al River Camp a saludar a sus ya ex compañeros. Y una vez más, uno de los primeros en llegar fue Enzo Pérez, acaso el máximo representante de los campeones de Madrid que ya no seguirán. Un ejemplo hasta el final.
Pero claro, están también los testimonios de los que lo vivieron. El primero en hacer público ese detalle de la interna de la oficina de Marcelo Gallardo en River Camp fue Carlos Auzqui. El ex jugador de El Más Grande, dijo hace algunos años: “Alguna vez Gallardo me ha llamado al confesionario. Te pregunta qué te pasa, te dice ‘tenés que hacer esto’ y si no lo hacés te castiga, pero bien. Está bueno porque te dice las cosas de frente, como tiene que ser. Y cuando no lo hacés, te pasa lo que me pasó a mí”.
Otro de los que habló al respecto fue Sebastián Driussi, en abril de 2020, cuando dijo al diario Olé: “Me acuerdo mucho que cuando me empezó a poner de delantero, en 2016, me pedía todo el tiempo que estuviera más tranquilo a la hora de definir. No me olvido más de un partido que me marcó, que fue un River-Boca que salió 0 a 0 en el Monumental (marzo 2016). En una jugada, Silva o Peruzzi, ya no me acuerdo, comete un error y Orion estaba muy adelantado, me quedó la pelota y pateé fuerte y erré. Pasaron unos días y una mañana me llamó a la oficina, o al confesionario como le decíamos, ja. Y ahí me dijo ‘mirá esta jugada: no la podés errar nunca‘, y me empezó a explicar cómo podría haber resuelto, que tenía que estar tranquilo, que no me apurara, que no me la sacara de encima. Y me marcó: a partir de ahí me empezó a ir mejor, me relajé un poco más para definir. Eso me quedó grabado”.
“Vení a mi despacho”: la anécdota de Matías Kranevitter con Gallardo
El ex mediocampista de River contó: “En 2014 fuimos de pretemporada a Miami, él había llegado recién al club y yo era un chico que no pensaba mucho… Y me acuerdo de que un equipo de afuera me quería llevar. Yo estaba un poco mareado, como que tenía ganas de irme y la pretemporada no la había hecho bien. Cuando volvimos a la Argentina y llegamos al predio, Marcelo me llama y me dice ‘quiero que vengas a mi despacho’, y cuando ibas ahí era medio jodido, ja. Pero tuvimos una charla que me llegó mucho, al punto de que me hizo llorar, me hizo recordar y pensar en un montón de cosas personales, y a partir de ahí cambió un poco mi cabeza; recuerdo que en ese torneo no había arrancado jugando, estaba como medio enojado, pero me hizo dar cuenta de que dependía de mí, que si yo quería y podía iba a jugar y eso me quedó muy marcado. Y así fue, después jugué”.
Presentación del River Camp
Fue en febrero de 1999 cuando el Estado nacional le cedió a River los terrenos ubicados a la vera de la autopista Ezeiza-Cañuelas, con una concesión a 99 años. El predio fue inaugurado oficialmente en noviembre de 2001, cuando el presidente era David Pintado, pero las obras que hoy enorgullecen al hincha fueron en la gestión de Rodolfo D’Onofrio.
Gallardo: “River Camp es una copa ganada que no se ve”
El predio fue inaugurado con 1100 metros cuadrados de obra civil, tres canchas nuevas de fútbol con las medidas del Estadio Monumental, riego automático sectorizado en la totalidad de las canchas, siete hectáreas nuevas (14 en total), WiFi en todo el complejo, sector de masajes en el vestuario y doble jacuzzi y nuevos departamentos de kinesiología, neurociencia, psicología y nutrición.
Luego, River continuó mejorando el predio con la construcción de una cuarta cancha, readecuación de la sala que se usaba para conferencias de prensa, nuevo sector de parrilla, construcción de un nuevo depósito para la maquinaria, construcción de oficina técnica, videoanálisis y sala de proyección, remodelación de estacionamiento semicubierto para los autos particulares de los jugadores del plantel profesional y construcción de vestuarios, accesos, tribunas y comedores para Fútbol Amateur.
Hasta hoy, el predio continúa en crecimiento.
Los primeros confirmados que no siguen en River hacia 2026
- Enzo Pérez (fin de contrato)
- Milton Casco (fin de contrato)
- Paulo Díaz (con contrato vigente, pero debe buscarse club ya que no será prioridad)
- Nacho Fernández (fin de contrato)
- Miguel Borja (fin de contrato)
- Pity Martínez (fin de contrato)
- Federico Gattoni (fin de contrato)
- Maximiliano Bustos (prescindible)
- Sebastián Boselli (prescindible)
