En su despedida del Monumental y en una tarde de emociones fuertes para su DT, los cuestionados jugadores de River lograron mejorar su mala imagen reciente y ganar un partido con buenos argumentos futbolísticos que deben remarcarse pero no confundir. Frente a un liviano Rosario Central, cumplió con las 3 G que tanto nos identifican: ganó gustó y goleó. Fueron 90 minutos de autoridad, contundencia y tramos de buen juego. Demasiado para lo poco que venía dando este equipo en los últimos meses. Se impuso con claridad, consiguió los puntos que necesitaba y lavó un poquito su cara tras un largo 2024 sin grandes alegrías que le permitan festejar a su gente.
Desde este espacio fuimos claros con la sensación de hartazgo que nos provocó ver a muchos de estos futbolistas regalar puntos y prestigio en determinados encuentros que terminaron siendo trascendentales para el futuro deportivo de River.
Un caso muy claro fue la Copa Libertadores. Atlético Mineiro nos hizo tres en una sola noche y nos eliminó sin poder darle batalla a un rival que no pareció ser de temer. Luego de esa jornada del 22 de octubre en Belo Horizonte, los dirigidos por Gabriel Milito no volvieron a ganar un partido y tras jugar una muy floja final de Copa, estuvieron a solo un gol de irse al descenso en Brasil.
Esos puntos insólitos con los que River podría haber peleado la Liga hasta el final
En el campeonato nos sucedió algo similar. Hoy miramos las posiciones, recordamos con quienes perdimos puntos insólitos en las últimas semanas y el lamento es aún mas grande. Se dejaron puntos mostrando una pálida imagen ante rivales como Independiente Rivadavia y San Lorenzo que tuvieron flojas campañas y que ocupan los puestos de abajo en la tabla. Eso se pagó muy caro. De haber conseguido aquellas victorias lógicas y previsibles, hoy River podría estar puntero. Es cierto que el andar durante todo el torneo fue irregular y desparejo. Que se empató mucho y se ganó poco. En una campaña de 26 fechas, apenas se ganó en 11 oportunidades. Es muy bajo el porcentaje. Son números que no van de la mano con lo que estamos acostumbrados en el ámbito local. Aún así, sumando los accesibles cinco ya mencionados, el fin de semana que viene River hubiese tenido la posibilidad de gritar otra vez campeón.
Ya está. Ya pasó. Ahora habrá que ir asimilándolo de a poco. Lo que no se puede hacer es perder el foco con algunas victorias válidas, pero irrelevantes. Ganarle muy bien a Central es para destaca, pero no debe cambiar la visión del mal año que tuvo River ni el análisis individual de los jugadores que integran este plantel. Es una goleada que no debe confundir las decisiones a tomar para la próxima temporada. Depuración, refuerzos clave y renovación anímica para tener un 2025 competitivo y ganador.
Posiblemente, Germán Pezzella y Gonzalo Martínez hoy sean (junto a Franco Armani) los símbolos más representativos y los que mayor sentido de pertenencia tienen con este club. Ambos fueron muy claros en sus expresiones sobre el año que se está cerrando. El defensor de la Selección Nacional habló sobre la frustración y el dolor que genera no haber llegado a la Final de la Copa y no poder pelear el campeonato hasta las ultimas fechas. Y en sintonía con lo que declaró Marcelo Gallardo post San Lorenzo, también reconoció lo difícil que es jugar en este club y lo preparado que hay que estar para la evaluación y exposición que se siente semana a semana.
El Pity, por su parte, fue más concreto y no dudó en sus conceptos. Reconoció que en los últimos partidos no venían representando bien a la camiseta y manifestó el deseo de poder mejorar lo realizado para volver a identificar al hincha con el equipo. Es muy positivo que el mensaje que se escuche de voces tan autorizadas sea parecido a lo que analizamos los periodistas y lo que ven los hinchas cada domingo. Eso es entender la Filosofía River. La que exige ganar, pero también jugar bien. La que pide ser protagonista en cada competencia que se disputa y la que no acepta derrotas deslucidas ni rendimientos apáticos que no estén a la altura de la historia de este Institución. River es el más grande de verdad y necesita intérpretes que respeten ese status conseguido.
El Monumental estuvo otra vez desbordado de gente. Demostrando una vez más, como lo viene haciendo año tras año, que esta pasión por los colores no entiende de malos resultados. Una multitud dijo presente en una tarde en la que no había en disputa algo importante. Fueron a alentar a su equipo y también para abrazar a su entrenador preferido en un momento delicado de mucho dolor personal y familiar. Gallardo dijo presente en una muestra de liderazgo y compromiso. Los futbolistas así lo entendieron y jugaron para él. En cada festejo de gol se vivieron momentos de mucha emoción tanto en el césped como en las tribunas. Esa frase que indica que River es familia no es verso. Ayer se comprobó una vez más.
Por eso en esta fecha todos unidos como familia debemos levantar una vez más la bandera de Madrid. La que nos hizo aún más grandes. Y si bien es cierto que en este club no es bueno vivir de los recuerdos ni tampoco de festejos del pasado, es nuestra misión mantener vivos los acontecimientos que cambiaron la historia del fútbol en la Argentina para siempre. Por eso subamos fotos, posteos y estados celebrando la llegada de un nuevo aniversario de la victoria más importante de todos los tiempos que se ha dado a nivel clubes en este deporte. Que nunca se apague esa inmensa alegría. ¡Feliz 9 de diciembre para toda la familia Millonaria!