River quiere cerrar el mercado de pases con la llegada de un lateral izquierdo y un volante central. Para el primer puesto, el apuntado durante todo enero fue Lucas Esquivel pero la negociación con Athletico Paranaense no prosperó ante los constantes cambios de condiciones del presidente del club brasileño. En ese marco, con 30 días por delante para traer un jugador pero con todos los torneos comenzados, el Millonario busca casi donde sea un lateral.
Uno de los nombres que se puso sobre la mesa en las últimas horas fue el de Gabriel Rojas, de 27 años. El futbolista de Racing Club tuvo un gran año y se convirtió en titular indiscutido para el entrenador Gustavo Costas. Ya lleva más de 80 partidos en el conjunto de Avellaneda. Fue ofrecido a la dirigencia, gustó y por eso quedó en análisis.
Pero más allá del interés que pueda haber en contratarlo (al jugador le seduce la idea de llegar al Más Grande), la gestión, en caso de existir, sería muy pero muy complicada. Por un lado porque el defensor cuenta con una cláusula de salida de 10 millones de dólares en su contrato que, lógicamente, River jamás ejecutaría debido a su valor elevado.
Por el otro, según se supo, Racing no tiene pensado desprenderse del futbolista bajo ningún punto de vista y lo declaró intransferible para el fútbol local. Es decir, la gestión por Rojas murió antes de que pudiera existir. River tendrá que seguir buscando un lateral izquierdo para fortalecer la competencia con Marcos Acuña y Milton Casco.
¿Lucas Cepeda es opción?
El otro apellido que se nombró por estas horas es el de Lucas Cepeda, extremo de Colo Colo que también puede jugar como defensor por la izquierda. Por él River sí hizo una consulta formal, luego de haber sido ofrecido, y la respuesta no fue la esperada: el equipo chileno no lo vende y, en caso de hacerlo, lo hace sobre un piso de 5 millones de dólares. Complejo, casi imposible.
La carrera de Gabriel Rojas
El oriundo de Almirante Brown es un producto de las inferiores de San Lorenzo, donde debutó en 2016. Jugó durante tres temporadas hasta que salió cedido a Peñarol de Uruguay, donde disputó 23 partidos a lo largo de un año sin enormes actuaciones. Tiempo después, con su nivel en baja en San Lorenzo, partió a Querétaro de México donde no jugó mucho. Antes de estancarse, recibió el llamado de Fernando Gago para jugar en Racing y fue allí donde encontró su lugar en el mundo.