Si River no perdió contra Sarmiento de Junín fue casi pura y exclusivamente porque Franco Armani tuvo una noche brillante. Una vez más, el capitán volvió a maquillar una mala actuación del Millonario con intervenciones claves. Una por una, sus atajadas en el estadio Eva Péron.
“Nos costó. La realidad es que nos costó un poco, más que nada en el juego. Queríamos seguir evolucionando de lo que fue el partido en Libertadores, pero sabemos también que la liga es muy difícil y muy competitiva“, dijo el Pulpo luego del partido. Es cierto que tuvo cierta responsabilidad en el gol rival porque le definieron en el área chica, pero también que salvó reiteradamente a una defensa que no dio garantías.
Una x una: todas las atajadas de Armani vs. Sarmiento
La primera buena intervención de Armani se dio a los 23′ del primer tiempo, minutos antes del gol de Miguel Borja y con el partido todavía igualado en cero. Sarmiento trianguló bien por la derecha, Morales recibió dentro del área y apoyó para Suhr, quien remató al medio pero muy fuerte. Armani, sin complicarse, la mandó al córner.
La segunda fue instantáneamente después del empate de Insaurralde. River sacó del medio, y Sarmiento, agrandado, no lo esperó sino que fue a presionarlo. Bustos entregó mal atrás y Carabajal interceptó y habilitó con un buen pase filtrado a Morales, quien disparó de zurda pero no pudo batir al Pulpo.
El complemento le costó mucho a River, que arrancó con una chance clara por un remate de Colidio. Los cambios no dieron soluciones, el local ganó confianza y lo pudo haber ganado. Por ejemplo, con esta acción a los 17′ del ST en la que Suhr recibió una pelota aérea de espaldas dentro del área, y ante la marca de tres futbolistas, giró para romper la defensa y quedar mano a mano. Con una rapidísima reacción, Armani salió a achicar y le tapó el tiro.
Y la cuarta y última, quizás la mejor no solo por impresionante sino también por decisiva, se dio a falta de dos minutos para que termine el juego. River otra vez quedó mal parado abajo y Magnín se filtró entre los zagueros, le ganó la posición a Pezzella y conectó un buscapié con un violento remate. Armani voló para llegar a rozarlo y la pelota se estrelló en el travesaño. Un verdadero milagro.