El DT no podía permitirse perder la autoridad ante el grupo y la decisión que tomó fue totalmente lógica. Después de que Esequiel Barco desobedeciera la orden de que Borja ejecutara el segundo penal ante Atlético Tucumán, Demichelis lo sacó en el entretiempo y el 21 le dejó su lugar a Franco Mastantuono.
Un episodio que lo sacó del camino a River en un partido que ya se presentaba complejo en la previa y que se complicó aún más con este cambalache de malas caras y discusiones. Barco pateó el primer penal ante el Decano, lo atajó Devecchi, se repitió por invasión de área y es ahí donde Micho dio la orden de que pateara Borja.
El enganche no hizo caso, volvió a agarrar la pelota, Borja masticó la bronca y dejó que se tomara revancha su compañero, pero el problema no era ese, sino que haya desobedecido la orden directa del DT y que fue clarita con los gestos: “el nueve, el nueve”, haciendo mención a quien tenía que patear.
Excelente medida por parte de Demichelis, bancándose la calentura mientras estaba apuntando todas las cámaras durante el partido y tomando las decisiones fuertes puertas adentro, como tiene que ser. Para Barco será un aprendizaje y una situación que sabe que no se puede volver a repetir.