Existe la máxima en el fútbol que dice que los que juegan bien pueden jugar en cualquier lugar de la cancha, pero la realidad es que todo jugador tiene un puesto en el que se siente más cómodo que en otro y por ende muestra su mejor versión. Hay casos en los que esa máxima se puede aplicar y un claro ejemplo es Enzo Pérez, un futbolista de gran trayectoria que se desempeñó de gran manera en distintos puestos y siempre lo hizo bien: jugó como volante por derecha bien abierto casi como un extremo, fue acompañante de un cinco, jugó de cinco solo y en algunas oportunidades en River fue marcador central y lo hizo con mucho oficio.

Pero Enzo Pérez es un futbolista excepcional en todo sentido y no es parámetro, de hecho, probablemente a futuro sea recordado como uno de los mejores futbolistas que vistió la camiseta de River en su historia. Otro jugador que también tiene la versatilidad para ocupar distintos puestos y hacerlo bien es Rodrigo Aliendro: en los últimos partidos jugó como único volante central, pero antes lo venía haciendo como interior y su rendimiento también era muy bueno.

Aliendro es sumamente completo: tiene entre sus principales virtudes la recuperación, el ir al piso con sentido, la gambeta, el manejo de los tiempos para dar el pase al lugar indicado y en el momento indicado, pero además es inteligente para subir por sorpresa y llegar al área rival. Ricardo Lazbal lo entrenó en las Infantiles de River y en las Inferiores de Chacarita y le contó a La Página Millonaria cómo fue la metamorfosis posicional de uno de los mejores jugadores del fútbol argentino.

Él era un puntero derecho, jugaba de siete, tenía características de Ortega, salvando las distancias. Es un jugador habilidoso, en la época de Infantiles era un puntero derecho, en esa época había 35 jugadores y era uno más de los que podía tener posibilidades de llegar, a veces terminan en otros clubes. Rodrigo hizo esa etapa en Infantiles, después decidieron darle la libertad de acción pensando en que capaz no tenía proyección, pero mirá lo que son las vueltas de la vida”, le dijo Ricardo Lazbal a La Página Millonaria.

Ricardo Lazbal.

Ricardo Lazbal.

La importancia de tener buenos entrenadores

“De los chicos que juegan bien es difícil que te olvides y por eso me acordé de él. Conmigo en Chacarita jugaba de extremo por derecha, después hubo entrenadores que lograron encontrar una posición, en Ituzaingó pasó a jugar de enganche, él tiene una gran actitud, mejoró en la recuperación y hubo técnico que lo ayudaron a mejorar, creo que los jugadores van evolucionando con los entrenadores. Rodrigo tuvo entrenadores en su carrera que confiaron en él y estuvo a la altura de las circunstancias”, concluyó Ricardo Lazbal, quien lo tuvo a Aliendro en las Infantiles de River y en la Sexta División de Chacarita.