Dentro de todo el mal trago vivido el día sábado, luego de la agresión al micro de Boca por parte de unos pocos inadaptados, los futbolistas que recibieron heridas en sus ojos fueron trasladados desde el estadio Monumental hacia un centro oftalmológico. Uno de ellos fue Pablo Pérez, quien luego de haber sido atendido recibió el parte médico que le imposibilitaba jugar la final ante River.
Úlcera de córnea dictaminó el análisis ocular esbozado en el Sanatorio Otamendi. Hasta ahí, todo hasta podría decirse que marchaba por los carriles normales más allá del caos sufrido por la delegación del eterno rival. Sin embargo, ocurrió un hecho que se pasó muy por arriba y que es realmente poco ético.
Heriberto Marotta, Co-Director del Servicio de Oftalmología que emitió el parte de Pablo Pérez, es miembro de la Comisión Directiva de Boca. A su vez, este profesional es Jefe del Departamento Médico del equipo Xeneize.
Es muy importante que Conmebol y la opinión pública entienda esto: es poco ético que quien da el parte de un jugador de Boca sea avalado por un miembro de la CD del club.
El día sábado, Conmebol no pudo constatar la lesión de Pérez, que luego fue confirmada por el Servicioco-dirigido por Marotta (oftalmólogo y Vocal de Boca)
Es fundamental la urgente revisión del jugador por parte de médicos de la casa madre del fútbol sudamericano. La imparcialidad en estas situaciones es vital para seguir por los carriles correctos de la lealtad deportiva.
Esta situación posee una ambigüedad muy grande en términos médicos y profesionales porque, de alguna forma, no es arbitraria la opinión de este médico (o del Servicio que dirige): es miembro activo de este club. A su vez, Marotta también ha sido distinguido como Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires gracias al Gobierno de Cambiemos (espacio político afín a Mauricio Macri, Presidente de la Nación e hincha reconocido de Boca).