La diferencia horaria es abismal. En San Petersburgo, Rusia, hay seis horas más que en Buenos Aires. Y cuando todos los hinchas de River celebraban el penal del Pity Martínez ante Gremio (cuando la madrugada del 31/10 comenzaba su curso), muy lejos de Argentina hubo un reconocido hincha fanático de River despertando a toda su familia.

Cuando su reloj marcaba, aproximadamente, las cinco de la mañana, Sebastián Driussi interrumpió el descanso de los suyos a puro grito y llanto descontrolado. Inmediatamente después de ingresar la pelota al arco de Marcelo Grohe, el oriundo de San Justo pegó saltos frente al televisor gritando de alegría.

"La vuelta ante Gremio la viví como un hincha más, grité el penal a las 5 de la mañana. Hasta desperté a mi hija, ja", manifestó el delantero que hoy juega en el Zenit ruso. ¡Cómo vas a estar en la final contra Boca, Seba querido!