A lo 35 años, Marcelo Barovero no deja de sorprender al mundo del fútbol. Anoche, Rayados recibió a Tigres por la segunda final de la Concachampions, igualó 1-1 (ganó 1-0 en la ida) y el hombre con pasado en River fue clave para poder conquistar el trofeo.

 

Los dirigidos por Diego Alonso ganaban 1-0 con el gol de penal de Nicolás Sánchez. Hasta ese momento, la serie estaba 2-0 para los locales, ya que en la ida se habían impuesto por 1-0. Sin embargo, Tigres acechaba a los locales y buscaba el descuento que le diera la chance de soñar con la remontada.

Cuando transcurrían 54 minutos, Luis Rodríguez Analís envió un centro desde la derecha para André-Pierre Gignac, que metió un gran cabezazo. Sin embargo, Trapito volvió a amargar al francés -como en la final de la Libertadores 2015- y le negó el grito con una sensacional salvada.

De todos modos, cuando faltaban 5 minutos para que finalizara el encuentro, Gignac se sacó las ganas y logró convertirle a Barovero, aunque mucho no le sirvió: Rayados terminó ganando 2-1 en el global y de esa manera se consagró campeón de la Concachampions, logro que le permitirá disputar el próximo Mundial de Clubes.