Las tribunas del estadio Monumental se vistieron de rojo y blanco. Los colores de River quedaron distribuidos muy bien para ofrecerle una gran bienvenida a los jugadores en una nueva final internacional. Tras perder 1-0 en Curitiba ante Athletico Paranaense, el equipo que dirige Marcelo Gallardo tuvo una muestra de cariño a tono con las circunstancias para ir en busca del título en casa.

 

Una vez más la Subcomisión del Hincha organizó una fiesta de lujo con la colaboración de los socios y simpatizantes, quienes obedecieron las indicaciones puestas en cada asiento. Cada hoja fue respetada en sus instrucciones para vestir de rojo y blanco el templo de Núñez. 

 

"River, mi buen amigo" sonó con mucha fuerza al mismo tiempo que las bengalas y los fuegos artificiales iluminaban la noche del estadio Antonio Vespucio Liberti. Ocurrió apenas después de las 21.20, cuando ambos equipos salieron juntos a la cancha, tal como indica el protocolo de la Conmebol.