El éxito de River tiene varias razones. Una de ellas es el profesionalismo de acero que posee Marcelo Gallardo en materia de planificación. Al técnico no se le escapa ningún detalle. Tampoco a sus colaboradores. Por eso comenzaron a evaluar seriamente la posibilidad de que el plantel regrese a Buenos Aires luego de un clima demasiado adverso en Punta del Este, donde la pretemporada está prevista hasta el jueves 17 de enero.

A raíz de las reiteradas lluvias que le dieron la bienvenida el domingo pasado a los jugadores y el cuerpo técnico, quedaron dañados los campos de juego que se encuentran a pocos kilómetros del complejo de Solanas. Aunque la exigencia no llega al límite de solicitar un césped al que habitualmente presenta el estadio Monumental, el Muñeco pretende condiciones acordes en Uruguay.

Sin embargo, el DT halló distintos obstáculos que pusieron en jaque la estadía de River en el país vecino. Es que además de las constantes precipitaciones, en Solanas el único terreno de juego disponible tiene dimensiones mínimas en lo reglamentario: 90 metros de largo por 45 de ancho, una medida lejana a lo tradicional en Primera División.

Según averiguó La Página Millonaria, las próximas horas resultarán decisivas para que se tome una resolución al respecto. En caso de no obtener una solución efectiva, Gallardo y sus dirigidos volverán a la Argentina para continuar con las tareas en el predio de Ezeiza. Por lo tanto, el retorno a tierras charrúas sería únicamente para jugar el amistoso en Maldonado ante Nacional de Montevideo.