River le ganó a Rosario Central en un partido de locura, en el que volvió a mostrar dos caras. Una en el primer tiempo y otra en el complemento, una vez que Martín Demichelis movió el banco. El Canalla sorprendió y se fue al descanso con la ventaja parcial luego de 45 minutos muy flojos del Millonario, que pareció un equipo totalmente desconocido.

Nuevamente con un 4-3-3 desde el vamos que funcionó muy pocas veces, el equipo de Martín Demichelis no fluyó en el campo de juego. Casi todas las acciones pasaron por los pies de Claudio Echeverri, que por momentos pareció estar demasiado solo y aislado de Pablo Solari y Facundo Colidio, los dos delanteros que jugaron casi como extremos.

Por la banda derecha, el Diablito juntó pases con Santiago Simón, su único aliado. Sebastián Boselli aportó poco en ataque, mientras que Milton Casco quedó a mitad de camino. Rosario Central volcaba todas sus intenciones de contragolpear por ese sector, a las espaldas de Milton. Y así llegó el 0-1 parcial para la visita.

En el complemento, River cambió la cara a partir de los cambios que introdujo Martín Demichelis. Por características, los que ingresaron transformaron al Millonario en un equipo un poco más lógico y normal, sobre todo a partir de los 20 minutos. Nacho Fernández y Esequiel Barco se amoldaron a lo que pedía el partido: acompañar al Diablito Echeverri en la gestación y tener un poco más de elaboración y menos centro al boleo.

Por su parte, Andrés Herrera le dio a River más profundidad por la banda derecha. Si bien en algunas ocasiones no tomó la mejor decisión, su ingreso sirvió para estirar a la defensa del Canalla, que se llenó de preocupaciones ante el toqueteo del Millo. Los goles del Más Grande no tardaron en llegar.

En definitiva, River terminó el partido como debió comenzarlo: con un mediocampo repleto de buen pie, en el que todos hablan el mismo idioma. El equipo de Martín Demichelis dejó de ser “Echeverri-dependiente” y encontró en nuevos intérpretes el funcionamiento que viene buscando desde hace varios partidos. Logró un triunfo clave y ahora deberá sostenerlo en los partidos decisivos que se avecinan.