River genera entusiasmo. Es inevitable. Aunque el diagnóstico de una pretemporada exige cautela tanto en el éxito como la adversidad, este equipo despierta la ilusión de los hinchas. El triunfo 5-1 sobre Deportivo Guadalajara mostró una versión para soñar con un semestre positivo en cada competencia, teniendo en cuenta el abanico de variantes que hubo a nivel ofensivo.

Tras nueve días de trabajo, el conjunto que dirige Marcelo Gallardo tuvo su primera prueba frente a Chivas, uno de los grandes de México. Pese a que los antecedentes inmediatos del rival no eran los mejores, la actuación de esta noche representaba un parámetro interesante para evaluar cómo se encuentra la preparación en la parte físico-futbolística.

El resultado fue auspicioso tanto en el marcador abultado como en el rendimiento colectivo e individual. River exhibió una supremacía holgada sobre Chivas. Los números del primer tiempo prácticamente hablan por sí solos: nueve remates y dos goles de diferencia frente a un tiro muy desviado del elenco azteca.

Más allá de la salida de Enzo Pérez, como consecuencia de lo que en principio es un fuerte golpe en el tobillo derecho, River no resintió su funcionamiento. Fue un equipo inteligente para manejar la pelota. Supo cuándo acelerar, dónde lastimar y en qué momento aplicar la pausa para pensar. A ese repertorio le sumó la dosis de agresividad para la marca e intensidad al presionar la prolija ideadel adversario.

Semejante muestra durante la etapa inicial tuvo su recompensa: un gran tiro libre de Nicolás De La Cruz permitió la apertura del marcador, mientras que Rafael Borré estiró la distancia con un derechazo cruzado luego de ser asistido por Cristian Ferreira, víctima de la infracción en la pelota parada del 1-0.

Lejos de relajarse, River tan sólo necesitó 53 segundos para señalar el 3-0 en la segunda parte. De La Cruz, a puro oportunismo, cabeceó después que el travesaño impidiera un golazo de Nacho Fernández, cuya tarea fue muy completa en cada fase del juego. El premio para el volante llegó más tarde, cuando marcó el 4-1 parcial.

Los cambios modificaron el mapa del partido, pero no la diferencia en diversos aspectos del juego porque River sostuvo la eficacia en los metros finales y, aunque no pudo mantener cierta intensidad, se impuso 5-1 con un golazo de Benjamín Rollheiser para cerrar la historia. De esa manera, tuvo un inicio muy bueno en su primer partido formal de la pretemporada. La siguiente presentación será el sábado 6 de julio, a las 21 horas, ante América (México).

River Plate (4-3-1-2): 25-Enrique Bologna; 4-Gonzalo Montiel, 28-Lucas Martínez Quarta, 22-Javier Pinola, 3-Fabrizio Angileri; 24-Enzo Pérez (PT 10′ Cristian Ferreira; ST 18′ 15-Exequiel Palacios), 23-Leonardo Ponzio (capitán)(ST 24′ 5-Bruno Zuculini), 11-Nicolás De La Cruz (ST 34′ 30-Lucas Beltrán); 26-Ignacio Fernández (ST 34′ 8-Jorge Carrascal); 19-Rafael Borré y 9-Julián Álvarez (ST 18′ Benjamín Rollheiser). DT: Marcelo Gallardo

Suplentes: 12-Ezequiel Centurión, 17-Elías López, 2-Robert Rojas, 6-Kevin Sibille y 16-Santiago Sosa.

Deportivo Guadalajara (4-3-3): 4-José Antonio Rodríguez; 2-Josecarlos Van Rankin (ST 32′ 15-Alejandro Mayorga), 21-Hiram Mier, 5-Hedgardo Marín (ST 34′ 3-Oswaldo Alanís), 27-Carlos Villanueva (ST 11′ 17-Jesús Sánchez); 20-Jesús Molina (capitán)(ST al inicio 31-Alan Cervantes), 25-Michael Pérez, 10-Eduardo López; 9-Alan Pulido (ST 34′ 24-Oribe Peralta), 11-Isaac Brizuela (ST 28′ 32-César Huerta) y 6-Dieter Villapando. DT: Tomás Boy.

Suplentes: 1-Raúl Gudiño y 14-José González.

Goles: PT 26′ Nicolás De La Cruz -de tiro libre- (RP) y 36′ Rafael Borré (RP). ST 53 segundos Nicolás De La Cruz (RP), 15′ Gonzalo Montiel -en contra- (DG), 23′ Ignacio Fernández (RP) y 30′ Benjamín Rollheiser (RP).

Cancha: San Diego County Credit Stadium, San Diego (Estados Unidos).
Amonestados: PT 24′ Jesús Molina (DG) y 38′ Javier Pinola (RP). ST 34′ Bruno Zuculini (RP).
Expulsados: no hubo.