Cuando en el fútbol se habla de situaciones imposibles, muchas veces no se toma dimensión de si realmente son circunstancias ajenas al terreno de la realidad. Un claro ejemplo de eso sucedió el sábado pasado en Avellaneda, donde River no sólo venció 6-1 a Racing, sino que además le marcó tres goles en un lapso de 150 segundos, nuevo récord para el fútbol argentino en Primera División, al menos desde que se utiliza con precisión el cronómetro.

Una ráfaga envidiable del Millonario sirvió para darle un golpe de nocaut anticipado a La Academia. Rafael Borré, en dos oportunidades, y Matías Suárez rompieron las barreras de lo imaginado e incluso pusieron en jaque las matemáticas aplicadas al deporte más popular del planeta. A los 34:40, 35:54 y 37:10 fueron los tantos para alcanzar el 3-1 parcial en el Cilindro.

Semejante marca dejó atrás el no menos meritorio récord que ostentaba Rosario Central: el 14 de diciembre de 1988 rescató un empate como local frente a Deportivo Armenio cuando estaba 0-3. Juan Antonio Pizzi, por duplicado, y Jorge M. Díaz señalaron los goles del Canalla en un período de dos minutos con 53 segundos.

Parecía imposible de quebrar ese número, pero el River de Marcelo Gallardo apareció en escena otra vez para hacer historia desde todo punto de vista en la inolvidable noche de Avellaneda. Le devolvió el 6-1 de 1942 a Racing y también le arrebató un récord a la otra Academia.