Se transformó en la novela del mercado de pases. Su nombre se vinculó a varios clubes pero solo a uno le dio el sí para negociar desde lo contractual. Facundo Colidio está cada vez más cerca de convertirse en refuerzo de River, en medio de incontables rumores y versiones cruzadas sobre los motivos de su decisión de desistir de ir a Boca.
Primero lo quiso Toluca, después Corinthians, luego Boca y por último River. Y parece que el que ríe último, ríe mejor: el Millonario ya acordó todos los términos salariales con el ex delantero de Tigre y en el comienzo de la semana los dirigentes avanzarán para tratar de cerrar todo con el Inter de Italia, dueño del 100% de su pase (tasado en 5 millones de dólares).
A medida que las charlas fueron tomando forma y el interés se transformó en algo real, los hinchas comenzaron a preguntarte de qué juega Colidio, cómo podría encastrar en el esquema de Martín Demichelis y cuáles son sus principales virtudes y defectos dentro del campo de juego. Acá te contamos todo sobre el atacante de 23 años.
Durante sus 18 meses en Tigre, Facundo Colidio fue de menor a mayor y tuvo un bajón en el último semestre. Esto último no tanto por cuestiones individuales sino porque el Matador entró en un pozo profundo a nivel colectivo, que derivó en la salida de Diego Martínez, y se volvió un equipo muy irregular en el que los de mayor talento terminaron pagando los platos rotos.
De los 72 partidos que Colidio jugó en Victoria, 61 fueron desde el arranque. 11 goles y 11 asistencias. Números que marcan por qué fue por lejos uno de los mejores jugadores del ciclo Martínez. Yendo a sus características, los que más lo conocen lo definen como un mediapunta. No es delantero de área ni extremo ni enganche. Mediapunta (a lo sumo “falso nueve”, término que comenzó a utilizarse en la era moderna).
Es un jugador muy rupturista. Que le gusta ir al espacio, trazar la diagonal y moverse constantemente. Quitarle referencias a los defensores para que el delantero de área (en el caso de Tigre fue Retegui) aprovechara los huecos. Sacó mucha ventaja y empezó a sobresalir muy rápido por su velocidad, intensidad y su vértigo. Tiene un tranco largo que le permite ganar cuando hay campo para correr.
Su mejor faceta se vio en el 4-3-3 con el que Tigre jugaba en 2022. Este año se reconvirtió en un mediapunta y tuvo que transformarse en un jugador más pensante, función que le costo en algunos partidos. Se siente cómodo en espacios reducidos, en el juego directo. Si hay algo que debe mejorar y que se puede marcar como “defecto” son sus tomas de decisiones en tres cuartos de cancha (en ocasiones traslada de más la pelota y abusa de la tenencia).
Tiene gambeta, atrevimiento y desparpajo para salir de su marca con alguna finta o gambeta. Es un futbolista con muchísimos recursos ofensivos, vendría a ser el socio ideal para muchos delanteros. Fuera de la cancha también encaja con todo lo que es River: alguien de bajo perfil, sin declaraciones fuera de lugar y muy respetuoso, tanto con los hinchas (a la hora de firmar una camiseta) como con los periodistas al momento de dar una nota.