Federico Girotti fue una grata sorpresa en River. Después de haber tenido que bajar a Reserva e incluso a Cuartapara fortalecer su crecimiento futbolístico, el delantero volvió mucho más fuerte y con hambre de gloria a la Primera y no tardó mucho en demostrarlo. En los pocos minutos que Gallardo le fue dando durante este semestre, el Tanque devolvió la confianza con goles y, si bien todavía tiene un largo camino por recorrer, está dejando de ser una promesa para convertirse lentamente en realidad. Pero detrás de ese delanterocorpulento y goleador se esconde un chico que cultivó desde pequeño un fanatismo porlos aviones.
“Desde que tenía dos años que me llevaban a la reja de Aeroparque y veía como los aviones despegaban. Siempre me gustaron, desde muy chico. Con el tiempo fui interiorizándome y empecé a hacer la carrera de piloto”, contó el oriundo de Acassuso, que ya lleva ocho goles marcados con el Manto Sagrado, en diálogo con Deportivo IP.
Lejos de quedarse solo con la pasión, Girotti trasladó ese fanatismo a una cabina real y cuando la agenda de River se lo permite, toma clases de vuelo: “Llevo pocas horas de vuelo porque por el tema de la pandemia no podía ir. Además de que estaba en otro escalón en River, entonces no era lo mejor…Obvio que es algo totalmente seguro pero no quería arriesgar. Me gusta demasiado”.
También aclaró cuál es la postura de River con respecto a sus clases de vuelo: “El club nunca me prohibió nada. De hecho algunos profes y algunos chicos me preguntan cómo me va y si estaba yendo a volar y eso… Pero no, no me prohibieron nada. Cuando tenía un día libre en el club por ahí me tomaba esa tarde, si el clima lo permitía, y me iba a hacer una hora de vuelo. Tenía un buen tramo desde casa hasta Escobar, en el aeroclub donde lo estaba haciendo, pero en este último tiempo no estuve yendo”