La derrota de River en Mendoza dejó diferentes adjetivos calificativos, y ninguno es positivo. La repercusión fue muy grande y la conclusión es una: fue un papelón, uno más. No por el resultado en sí sino por las formas y por acumulación. También dejó cantos diferentes. Los hinchas piensan una cosa, la dirigencia otra, y Martín Demichelis tiene su propia y firme postura: seguir.
Si bien consumada la caída se rumoreó que el entrenador analizaba dar un paso al costado, lo cierto es que Demichelis nunca dudó en renunciar. Sí le pegó el golpe, y signo de ello fue la suspensión de conferencia de prensa. Pero tanto él como su cuerpo técnico están convencidos de que pueden revertir la situación.
Demichelis se fue en silencio de Mendoza pero sigue firme.
Y por ahora, la Comisión Directiva, o al menos los que toman las decisiones, lo siguen respaldando. Ese apoyo le da fuerza a un técnico que se sabe cuestionado y que entiende que en cada partido rinde un examen. En ese escenario, Demichelis tiene decidido continuar hasta el partido contra Sarmiento de Junín del próximo domingo, en un Monumental que puede ser un hervidero.
Pero a diferencia de otros casos, esto no es partido a partido, al menos por ahora. El ex Bayern Munich confía en que remontará la situación, y de su parte, su postura no cambiará por un resultado ante el verde juninense, ni tampoco por una hipotética expresión de disconformidad del hincha.
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La postura de la dirigencia con Martín Demichelis
En el fútbol todo puede cambiar de un momento a otro, y hay sobrados ejemplos de eso. Pero sí hay algo seguro y es que Demichelis será el DT contra Sarmiento de Junín. Sintetizando, la situación es la siguiente: el oriundo de Justiniano Posse no piensa en renunciar y la cúpula dirigencial por ahora lo respalda. A priori, ese escenario se sostendría indiferentemente de lo que pase el domingo. Pero en momentos críticos como el que vive River, el día a día es clave.