River fue una verdadera máquina en gran parte de la década del 90. Por Núñez pasaron futbolistas impresionantes que marcaron a toda una generación y uno de ellos fue Marcelo Salas. Un goleador letal con una jerarquía única que lo hizo brillar tanto en River, pero también su selección y en el fútbol europeo. Quien haya visto jugar al Matador sabe muy bien que como él no hubo ninguno.
El Matador llegó a Núñez a mediados de 1996, cuando también lo quería Boca. Salas no necesitó período de adaptación, de inmediato conformó una dupla ofensiva con Enzo Francescoli que se recuerda hasta los días que corren. En su primer paso por el Más Grande brilló y fue pieza clave para ganar el Tricampeonato -convirtiendo goles fundamentales- y también para la conquista de la Supercopa Sudamericana. Entre 2004 y 2004 tuvo un muy buen segundo ciclo en River.
El pasado domingo, River recibió a Talleres en el Estadio Monumental por la octava fecha de la Zona A de la Copa de la Liga. En la previa del partido, Marcelo Salas fue homenajeado por los dirigentes que le entregaron una camiseta del Más Grande con su nombre y el chileno recibió la ovación de todo el estadio. Fue un momento sumamente emotivo para todo aquel que tuvo la suerte de verlo lucir el Manto Sagrado.
El mensaje de Salas a los hinchas de River
“Muchas gracias River Plate por el lindo momento que me hicieron pasar hoy. A todo el hincha un fuerte abrazo y gracias nuevamente por el reconocimiento y cariño entregado sin duda es algo que es mutuo!! Nos vemos pronto!!”, escribió el Matador en su cuenta de Instagram. Cabe recordar que Salas disputó 116 partidos en River, anotó 48 goles, brindó 27 asistencias y obtuvo cinco títulos en el club.