River viene atravesando un 2024 con picos altos y bajos. Es cierto que consiguió algunos resultados que le permiten todavía soñar y apuntar a todos los objetivos que tiene por delante. Pero desde el rendimiento, tuvo algunas actuaciones que despertaron cierta preocupación, desde lo individual y sobre todo desde lo colectivo.
Más allá de esa sensación generalizada de que River todavía no mostró su mejor versión y que sigue en esa búsqueda, hay estadísticas que grafican una realidad un poco más alentadora. Al menos los fríos números reflejan otra cosa. Y es en lo que se apoyó Martín Demichelis para defender a su equipo hace un par de semanas atrás, cuando el Millonario perdía y dejaba una pálida imagen ante Huracán.
Los increíbles números Ignacio Fernández y Esequiel Barco
Dentro de esta sensación generalizada de bajón futbolístico, hay dos nombres cuyas últimas actuaciones generaron algo de preocupación en el hincha. Se trata de Nacho Fernández y Esequiel Barco, otrora dos pilares fundamentales del equipo de Martín Demichelis, hoy cuestionados por algunos hinchas. Ambos salieron en los últimos partidos, más por el flojo nivel que por una cuestión física o rotación. Y razón no le faltó al DT, más allá de la eficacia que tuvieron sus reemplazos.
Amén del consenso generalizado sobre la merma en el rendimiento de Nacho y Barco, hay números que parecen sostener todo lo contrario. Por ejemplo, en el rubro de los jugadores con más asistencias en lo que va del torneo, donde los dos futbolistas de River lideran la tabla de pases gol con 6 asistencias cada uno. En ambos casos, jugando 10 partidos como titulares e ingresando los restantes desde el banco. Casi imprescindibles.
¿Qué debe hacer Martín Demichelis con Ignacio Fernández y Esequiel Barco?
Martín Demichelis entró en las últimas fechas en una lógica que parece no dar muchos resultados: el cambio sistemático y permanente. De partido a partido, y de un tiempo a otro. Y de tanto tocar y modificar, River fue perdiendo su fisonomía, su impronta y esa base del equipo que en algún momento casi salía de memoria.
Los ingresos de Ignacio Fernández y de Esequiel Barco el último domingo en el Monumental le dieron al Millonario un funcionamiento un poco más normal. Fue un volver a las bases. Los dos fueron decisivos para cambiarle la cara a un equipo que dependía exclusivamente de lo que hiciera Claudio Echeverri desde su habilidad y su astucia individual. River fue un equipo un poco más lógico y más colectivo con este tridente ofensivo.
El pulso del DT estará entonces en qué momento del partido juntarlos, contra cuál rival o bajo qué circunstancias. Lo que está claro es que River no puede prescindir de sus mejores pasadores o asistidores durante mucho tiempo. Por lo menos, los números así lo acreditan.