Mucho se habló sobre la decisión de Martín Demichelis de asumir como técnico de River ante la salida del DT más ganador de la historia del club. Y más aún al ver que optó por dejar la comodidad y la vida tranquila en Alemania para trasladar a su familia a un país mucho más inestable, inseguro y en un fútbol argentino que funciona como una picadora de carne.

A Micho no le importó, siempre supo que cuando la oportunidad le llegara, tenía que estar listo. Pero no iba a poder venir solo: fue fundamental el apoyo y el acompañamiento de Evangelina Anderson, su mujer, y de sus tres hijos, Bastian, Lola y Emma. En su primer conferencia, el entrenador puso por sobre muchas cosas la fortaleza que le dan sus íntimos.

Ahora, tras ganarle el superclásico a Boca, volvió a hablar de las cuatro patas fundamentales en su vida y contó la reacción que tuvo su mujer cuando le comunicó que se iría a dirigir a River: “Cuando Marcelo comunica que no sigue y empiezo a ser uno de los nombres posibles para sucederlo, ella me decía “si llegás a ser vos el nombre elegido no te metas en esa locura”, o “qué vas a hacer si tal cosa”, o “mirá qué…”. Sí, sí, para eso me preparé. Entonces desde ese lado no tenía ninguna duda y estaba el deseo de que alguna vez ocurriera”.

Micho estaba convencido de que no podía dejar pasar el tren: “’Si me llaman, mañana sale el avión, Bastian viene conmigo, decime si venís o no venís’, le dije. O no tanto pero un poco fue así: lo charlamos cinco minutos con Evi y le dije ‘mirá, soy el elegido, allá vamos’”.

Está claro que era una parada muy difícil para el hincha de River. Pero yo no dudaba de la posibilidad y de la oportunidad. Sí tengo que reconocer que si me hubiera llegado un llamado post 2017, 2018, 2019 para venir a dirigir a River… No, la verdad que hubiese levantado la mano y habría dicho ‘no me siento capacitado’. Sabía que necesitaba capacitarme“, cerró sobre el tema en charla con Olé.