Es incómodo, nadie quiere pensarlo, pero a esta altura del partido no es ninguna utopía que River termine jugando la Copa Sudamericana, viendo lo que está siendo su desempeño en la Libertadores y sobre todo por una cuestión numérica: en caso de no ganar los dos partidos restantes de local, no dependerá de sí mismo para clasificar a octavos y podría apenas arañar el tercer puesto, siempre imaginando el peor de los escenarios.
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A Martín Demichelis le consultaron por esta posibilidad en conferencia de prensa luego del 1-1 en Perú y lejos de esquivarla, remarcó que tiene confianza en su equipo para seguir en la Libertadores: “Entiendo la preocupación porque estamos en el último lugar del grupo, pero me debo a que mientras haya posibilidades matemáticas pensar en obtener todavía la clasificación, porque dependemos pura y exclusivamente de nosotros“, declaró.
“Hay que dejar todo”, fue la frase que utilizó para resumir lo que necesita el equipo en el próximo partido de Copa ante Fluminense. “Con nuestra gente, confío en que lo vamos a poder lograr. Después llegaríamos al último con las mismas probabilidades. De momento, dejame seguir trabajando con que vamos a clasificar, porque el fútbol es muy loco y mientras haya vida hay que creer“, finalizó.
¿Cómo entraría River en la Copa Sudamericana?
Todos los equipos que terminen terceros en sus respectivos grupos de la Libertadores, jugarán una especie de repechaje ida y vuelta contra los que hayan terminado en el segundo puesto de las zonas de la Sudamericana. Los cruces ya están predeterminados de antemano según la cantidad de puntos sumados.
River no juega la Copa Sudamericana desde la edición 2015, donde cayó en semifinales a manos de Huracán.
El que baje de la Libertadores jugará como local el primer encuentro y definirá en cancha del rival. En caso de avanzar, clasificará a octavos de final, donde serán nuevamente llaves mano a mano, ida y vuelta, y sin gol de visitante hasta la final única.