El gesto de Enzo Fernández luego del partido entre el Chelsea y el Crystal Palace, que terminó con trifunfo para los Blues por 3-1, dio la vuelta al mundo y lógicamente llegó hasta River. Tras marcar un golazo en el último minuto, desparramando rivales e inculso al arquero, Enzo divisó una camiseta del Millonario en la tribuna y no pudo resistirse.
Un hombre, abrigado hasta el cuello por el frío polar que hace en Inglaterra, flameaba una casaca del Millonario en la primera fila de una de las tribunas de Stamford Bridge. Enzo lo vio, corrió hacia él, se sacó su camiseta y se la regaló. Otros hinchas al ver que el futbolista se acercaba quisieron interponerse para tener la camiseta, por eso Enzo esperó a que un seguridad despejara el camino para entregársela en mano.
Ese hombre se llama Gabriel y estaba en la tribuna junto a Benjamín, su hijo de 18 años y quien aparece detrás de su padre filmando. Son argentinos, hinchas fanáticos de River, viven en Buenos Aires y se encuentran de viaje en Europa. Ambos tienen abono a la Tribuna San Martín Alta en el Monumental, donde van siempre que el Millonario juega de local.
“Enzo nos despierta alegría por lo que le dio a River y a la Selección. Antes de viajar sacamos las entradas para el partido, no teníamos ni idea donde ibamos a estar ubicados y nos pusieron con la parcialidad de Crystal Palace“, le contó en exclusiva a La Página Millonaria sobre el detrás de escena de su presencia en la cancha.
“Cuando terminó el partido nos acercamos a la primera fila de asientos. Tuve una premonición de que iba a venir Enzo. Nos tomamos dos trenes para llegar a la cancha, siempre vistiendo la camiseta de River. Me la saqué, la mostré como cuando él hizo el gol de tiro libre contra Aston Villa hace unas fechas… es un genio absoluto. Vino a donde estaba yo”, añadió, con mucha felicidad y satisfacción por haber cumplido un sueño.
“Pensé que iba a revolear la camiseta pero no, decidió dármela a mi. En los videos se ve como él nos la quiere dar a nosotros. Cada vez que lo cuento me vuelvo a emocionar. Esto muestra el vínculo que tiene él con River, yo ni siquiera le pedí su remera, solo mostré la de River y él solo vino a nosotros”, cerró en el relato Gabriel.