A medida que pasan los años, el reglamento del fútbol tiene modificaciones pequeñas y sustanciales para mejorar la dinámica del juego en algunas situaciones, así como también brindarles mayor justicia en otras. La International Football Association Board (IFAB), órgano arbitral dependiente de la FIFA, decidió implementar variantes desde la próxima temporada.

La idea es que desde el 1° de julio o el inicio del ciclo 2020/21 -todo está sujeto a la continuidad de las ligas luego de la pandemia- empiecen a tenerse en cuenta los cambios. Uno de ellos es que toda la pelota que toque el brazo por debajo de la axila será considerada como mano. De esa manera, se terminarán las interpretaciones en casos muy dudosos.

Además, en relación a ese punto, hay una medida que sí podría ser motivo de interpretación: "Si un jugador toca de manera fortuita el balón con la mano, solo será considerado infracción en caso de que la jugada acabe en gol o en ocasión manifiesta de gol . Si la jugada se prolonga y son varios los toques, la mano no se considerará falta".

A propósito de los avances con posibilidades de gol, la FIFA exigió que se aplique la tarjeta amarilla para aquellos jugadores que interrumpan con una infracción una chance concreta. Si bien siempre hay criterio del árbitro para estas circunstancias, el máximo organismo del fútbol mundial pretende que no pasen por alto bajo ningún punto de vista.

Con respecto a las consultas en el VAR, los árbitros tendrán la obligación a recurrir a la tecnología con mayor frecuencia. El juez que esté a cargo de los monitores podrá llamar al principal para advertirle sobre una infracción con excesiva fuerza, aunque la última palabra seguirá siendo del hombre designado para controlar las acciones en el campo de juego. Y un pedido de la FIFA: no divulgar los diálogos del caso, acción que venía haciendo la Conmebol para darle mayor transparencia a las polémicas.

Otra novedad significativa, aunque difícilmente entre en práctica, es que en las definiciones de penales no se tomarán en cuenta las amonestaciones recibidas durante el partido. Eso implica que no habrá riesgo para un arquero cuando se adelante sin ánimo de sacar ventaja, sabiendo que a veces resulta complicado discernir en qué momento exacto el ejecutor impactó el balón. Sí habrá amarilla en caso de que se reitere el comportamiento.