Desde que Enzo Pérez resignó seguir en la comodidad de vivir en Europa, brillar en un club de la talla de Valencia y seguir ganando una cantidad de dinero importante en moneda extranjera, por la simple razón de querer jugar en su plenitud en el club de sus amores, nadie dudó jamás que él iba a brillar con el Manto Sagrado. Probablemente nadie imaginó que el mendocino iba a pasar por todas las cosas que pasó: ser pieza clave de la Libertadores más importante de la historia, atajar los 90 minutos en un partido de Libertadores, jugar de marcador central o de delantero por momentos.
Enzo Pérez es la clara muestra de lo que siempre el hincha soñó: defender la camiseta del club de sus amores sin resignar jamás una gota de sudor. Realmente emociona verlo jugar, esforzarse, dejar la vida en cada pelota y eso que tiene 37 años y ya consiguió todo lo que se podía imaginar con la camiseta de River pero él sigue y sigue y parece que cada día juega mejor. La edad no le pesa en lo absoluto ya que es uno de los jugadores de campo que más minutos sumó en lo que va del año.
Este miércoles por la noche, River recibió a Sporting Cristal por la segunda fecha del Grupo D de la Copa Libertadores y lo hizo con la obligación de ganar para meterse en la lucha de un grupo que promete ser difícil. El encuentro comenzó adverso para el equipo de Martín Demichelis que a los siete minutos del primer tiempo estaba en desventaja por una falla defensiva.
River no se desesperó y lo dio vuelta merecidamente pero antes del cierre del primer tiempo todo se volvió a complicar: Enzo Díaz se fue expulsado por evitar una chance de gol muy clara para el equipo peruano y de ese tiro libre llegó el empate. Pero jugadores como Enzo Pérez crecen en la adversidad.
El mendocino había jugado un buen primer tiempo pero el complemento salió a jugarlo con el manual del número 5 debajo del brazo y la verdad es que dio cátedra. Hacía tiempo no se veía una actuación individual de tal magnitud. Enzo hizo absolutamente todo bien: siempre bien ubicado, entregando sencillo y haciendo lo que la jugada pedía. Su momento cumbre del partido fue en el cuarto gol cuando asistió a Pablo Solari con un pase maravilloso.
Tras el tanto del Pibe, Enzo salió desacatado a gritar el gol con Martín Demichelis y se lo colgó al DT del Millonario. El mendocino fue reemplazado a falta de cinco minutos para el cierre del partido y recibió su merecida ovación. Todo el Monumental aplaudió de pie al hincha que mejor lo representa dentro del campo de juego, el que nació para jugar con una banda roja cruzada al alma.
¿Qué dijo después del partido?
“Lo venimos demostrando, lamentablemente nos quedamos con un hombre menos cuando estábamos en ventaja. Nos fuimos con una sensación de que lo podríamos haber ganado en el primer tiempo. Martin corrigió algunas cosas para ordenarnos y el equipo lo hizo muy bien. El respeto viene de anteriores años, tratamos de plasmar siempre nuestra idea“, afirmó ante los micrófonos de ESPN el capitán del Más Grande que volvió a jugar un partido soñado.
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