Se cruzaron dos estilos, realidades y planteos tácticos totalmente opuestos anoche en el Nuevo Gasómetro. River y San Lorenzo regalaron un partidazo, no en cuanto a emociones y situaciones de gol, sí en lo que respecta a tensión, lucha y batallar cada dividida como si fuera la última. Se jugó como una guerra y ninguno salió victorioso desde lo numérico, aunque el resultado lo dejó al Ciclón fuera del campeonato.
“Fue un partido durísimo, dos equipos con dos estilos muy diferentes, los dos saben a los que juegan. Tuvimos más la posesión sin poder gravitar. Sumamos un punto que nos permite llegar a 10 y que nos permite llegar el partido que viene a nuestra cancha dependiendo de nosotros“, infló el pecho Martín Demichelis, después de una noche de altas revoluciones sobre todo entre los jugadores.
Todo lo contrario a lo que sucedió entre los entrenadores, porque el Gallego Insúa, mandamás de San Lorenzo, llenó de elogios a Micho luego del pitazo final en conferencia de prensa: “Es muy educado. Me vino a saludar antes y después del partido. Me parece un señor, un caballero. Está haciendo un gran trabajo. Le deseé suerte para el torneo y la Copa Libertadores”.
Seguramente, Demichelis también haya felicitado a Insúa por la ardua pelea que le dio a River a lo largo de todo el campeonato, con un plantel mucho más disminuido que el del Más Grande y con menos recursos. Linda camaradería entre dos entrenadores que se ganaron el respeto de todo el fútbol argentino.