Uruguay se volvió un mercado muy buscado para los clubes argentinos. Lo es desde hace tiempo para los equipos grandes y ahora también los “chicos” ponen mucha atención en los talentos que emergen del país vecino. Basta con citar los ejemplos Gonzalo Pérez (de Liverpool a Lanús), Gastón Martirena (de Liverpool a Racing) y Matías Rocha (de Defensor Sporting a Unión) para entender el fuerte interés que hay en los futbolistas del torneo uruguayo.
De hecho, River estaba negociando con Defensor Sporting por Sebastián Boselli y finalmente terminó desistiendo de la operación. Con Colidio, Funes Mori y Lanzini abrochados, cerrando al Pity Martínez y sin descartar la aparición de una oportunidad de mercado en defensa, el Millo estaría dando por concluído (en materia de incorporaciones) un mercado de pases repleto de jeraquía.
Pero los dirigentes también proyectan más allá de los próximos días y piensan en el armado del plantel para 2024. Es muy probable que Enzo Pérez empiece a transitar sus últimos seis meses en Nuñez y por eso la búsqueda de su reemplazante debe iniciar ahora. Y ya hay un nombre, un tapado uruguayo: Nicolás Fonseca, mediocampista de nacionalidad italiana que juega en Montevideo Wanderers.
De 24 años, Fonseca está en el radar de River desde hace tiempo, aunque recién ahora se iniciaron las gestiones. Viene de jugar casi todos los partidos como titular en el torneo uruguayo con Wanderers y Lanús ya había comenzado a negociar por él: ofreció 1.600.000 por el 50% y el Millo negocia por condiciones similares.
Con la diferencia de que, en caso de llegar a un acuerdo con su par uruguayo, Fonseca se quedaría en Wanderers hasta fin de año y recién se sumaría a River a partir del año 2024. Una apuesta que podría dar sus frutos, teniendo que desde Uruguay llegaron a Nuñez futbolistas como Marcelo Saracchi, Camilo Mayada y Nicolás De la Cruz.
La carrera de Nicolás Fonseca
Nicolás Fonseca, hijo del ex delantero uruguayo Daniel Fonseca (y hoy su representante), nació y se crió en Italia por eso dio sus primeros pasos en el Novara del ascenso. A fines de 2021, sin posibilidades de jugar en Europa y por una decisión familiar, se radicó en Uruguay y fichó por River de dicho país, hasta que a mediados de 2022 pasó a Wanderers.
