River y Boca jugaron la final más importante de la historia a nivel clubes entre noviembre y diciembre de 2018 cuando se vieron las caras para determinar quién sería el campeón de la Copa Libertadores. River llegaba tras eliminar agónicamente a Gremio de Porto Alegre, Boca había hecho lo propio ante Palmeiras y por primera vez en la historia el torneo más importante de Sudamérica se definiría entre los dos clubes más populares de Argentina.
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Fueron semanas en las que el tema monopolizó absolutamente todo en el país: tanto los medios de comunicación como también la cabeza de los hinchas. No se hablaba de otra cosa que no sea la final, algunos realizaban pronósticos fatalistas para el perdedor de la serie y otros se focalizaban en la inmensa felicidad que tendrían los hinchas del vencedor. Fue una verdadera locura que duró más de un mes.
La ida se jugó en la Bombonera y la Conmebol decidió cambiar el calendario. Siempre las finales de la Libertadores eran los días miércoles por la noche, pero en esta oportunidad -la última que se jugó a partido de ida y vuelta- se pasó para los días sábado 10 y 24 de noviembre en horas de la tarde por dos motivos: por cuestiones de seguridad y para que el público europeo pueda verla.
La ida se terminó jugando el domingo 11 de noviembre ya que una tremenda tormenta hizo que la Bombonera se inunde y no se pueda jugar. Pero lo que sí se conoció aquel sábado 10 de noviembre fue que Gallardo planeaba jugar con tres centrales, algo que no venía sucediendo. Bruno Zuculini contó en detalles en una entrevista con el diario La Nación, cómo fue que el equipo se enteró de la decisión y cómo se tuvieron que entrenar.
Zucu entró para jugar la final en el segundo tiempo. Foto: Getty.
La historia contada por Zucu
“Salimos a entrenar uno o dos días antes del partido, no recuerdo bien, y como había drones, Marcelo nos mandó a todos adentro de un salón. Y ahí nos dijo: “vamos a jugar 3-5-2″ y empezó a mostrar los movimientos haciéndonos pasar la pelota con la mano. ¡Así lo hicimos: en un salón y pasándonos la pelota con la mano, como los chicos cuando juegan! Increíble. Porque era muy pequeña la sala, te juro. ¡Imaginate la mentalidad de ese plantel! Jugaron el Chino Martínez Quarta, Maidana y Pinola, con Montiel y Casco de laterales, adentro Enzo y Pala, el Pity de enganche, Rafa y el Oso arriba. En el segundo tiempo entramos Nacho, Juanfer y yo”, afirmó Bruno Zuculini.