El superclásico terminó picado y al borde de un escándalo. Tras el gol de Miguel Borja y alguna cargada en el medio, hubo un tumulto que terminó con el ingreso de los jugadores que estaban en ambos bancos de suplentes, el personal de seguridad y siete expulsados, tres jugadores de cada lado más Jorge Almirón, el DT de Boca.

El clima ya venía tenso desde antes del partido, a decir verdad. En la semana y antes de viajar a Chile, Nicolás Figal se había referido al Estadio Monumental de manera despectiva. “Vamos a ir al Monumental a sacar un buen resultado”, señaló el defensor de Boca. Una declaración que causó repercusiones en el Mundo River y que generó también la respuesta del técnico millonario en la conferencia de prensa posterior al superclásico.

Martín Demichelis fue consultado por el testimonio de Nicolás Figal y disparó con munición gruesa: “Para muchos fue una chicana, para mí habló con muchísimo respeto. ¿Sabés por qué? Porque dijo ‘vamos a ir a ganar a Chile y después hacer un buen partido en el Gallinero’. Ni siquiera hicieron un buen partido. Después sí le faltó el respeto a uno de los estadios más maravillosos del mundo, con el adjevito calificativo para el más grande de Sudamérica a nivel clubes”, señaló el técnico de River.

“A lo mejor sentía respeto con este River, lo dejo ahí. No dijo que venía a ganar, dijo que venía a hacer un buen partido. Así lo interpreto yo”, cerró el DT del Más Grande. Un capítulo más de un superclásico que terminó picado por lo que sucedió dentro del campo de juego, pero también afuera.