Un debut que ya venía mal pisado. Se llegaba a este partido con dudas sobre el momento futbolistico del equipo. La falta de refuerzos y lo que se había visto en los amistosos de pretemporada provocaba decepción en la gente. Si algo le faltaba a esa fea sensación futbolera era la aparición de muchos lesionados a último momento. Todo esto complicaba aún más las cosas para el arranque.
Costaba hasta el armado del equipo y del banco de suplentes. Pasando en limpio: el hincha no desbordaba optimismo para este debut de campeonato. Igualmente reventó una vez más el Monumental. No se quedó en la casa. Acompañó masivamente al equipo en su estreno frente Argentinos Juniors. El problema fue que no hubo sorpresa. Se encontraron con lo que imaginaban. Un empate que no cierra y una actuación floja que agiganta las dudas sobre este presente. Lo que se vio fue feo. Si no fuera una primera fecha y con una pretemporada muy cercana seria preocupante. El contexto le permite a Demichelis y a los jugadores tener una excusa valida para explicar lo que se vió en el campo de juego.
Los errores que cometió River ante Argentinos Juniors
¿Qué se vio? Un equipo espeso. Lento. Pesado. Que nunca mostró conexión futbolística y que solo fue una sumatoria de acciones indivuales. “Lo mejor” de River se vió en el primer tiempo. Firmes los centrales. Ataque y llegada con Enzo Díaz por izquierda. Aliendro manejando bien la pelota. Nacho Fernández mejorando su imagen y siendo importante en el gol. Barco activo y Borja demostrando que adentro del area es el mejor 9 del pais.
Todo eso trasladado a tramos pequeños de la primera etapa le sirvió a River para convertir el gol e irse al entretiempo ganador. Solo eso. Nada brillante pero alcanzaba. Lo dramático fue el segundo tiempo. River desapareció fisica y fubolísticamente del partido. Ya a los cinco minutos el rival había tenido dos llegadas peligrosas y con el correr de los minutos la sensación de empate se percibía en cada rincón del Monumental.
River no ofrecía resistencia. No tenía despliegue físico. Se lo notaba a varias marchas menos que su rival y desde el juego no fluía. Se quedó sin la pelota. No podía sostenerla ni siquiera una ratito jugando de local. Imperdonable. Borja no aguantaba ni le daba respiro al equipo. Colidio totalmente apático y errático jugó su peor partido con esta camiseta. Aliendro y Nacho se cansaron. Barco ya no aparecía. Herrera era sinónimo de falencias y Enzo Díaz fundió motor.
Santiago Montiel, un verdugo conocido
Demasiados aspectos negativos para un equipo que hasta no hace mucho de local era una aplanadora. El banco lleno de talento pero también de juventud no podía hacerse responsable de sostener un partido que cada minuto se hacía más cuesta arriba. Y para que la noche sea mas negra aún, quien convierte el gol que le arrebata el triunfo fue un ex River. Santiago Montiel fue dejado libre por Gallardo por indisciplina y comportamiento. Actitudes que pudimos comprobar con Milito en La Paternal y con la gente de River en su festejo de gol. Todo oscuro. Todo negativo. No había luz ni algo positivo a lo que aferrarse en ese momento para creer en una víctoria agonica. Faltaban 10 minutos pero River ya estaba apagado hacia rato.
La paciencia del hincha tiene un límite
El hincha de cancha fue respetuoso con su entrenador y el equipo. Los fríos aplausos junto a la indiferencia generalizada al finalizar el partido son una muestra de paciencia. Pero ojo que hasta al hincha más fiel en algún momento se le acaba. Es una primera fecha y esto recién comienza. El recorrido es largo para imtentar recuperar la memoria del primer semestre del 2023. Desde principio del año en este espacio venimos pidiendo incorporaciones.
Se reclamaba por un 4, un 5 y un delantero. En esta semana parece que nos darán el gusto. Llegarán Villagra y Sant’Anna, mientras que se sigue avanzando por Luciano Rodríguez. Con estos apellidos mas la recuperación de los lesionados será otra historia. Tomará otro color el plantel y habrá más opciones para armar y elegir un 11 que esté a la altura de lo que River se merece. Hay tiempo y mucho por jugar. Esto recién empieza y no se puede contagiar negativismo por más que la imagen del debut haya sido mala.
Las buenas energías deben aparecer afuera y adentro. Ningún equipo logró jugar bien en este primer capítulo. Todos los grandes mostraron problemas y situaciones que deberán mejorar. En esa sintonía también está River. Luchando contra sus inconvenientes y buscando soluciones inmediatas para empezar a cambiar su imagen. Esto debe ser pronto. Si es posible el próximo miércoles contra Barracas.
Y la urgencia no es por conseguir puntos en la tabla. Nada de eso. La urgencia es por algo mucho mas importante. No nos gusta verlo a River de esta manera. Queremos verlo dominante y ganador. Porque a eso estamos acostumbrados. Porque esa es la principal exigencia en este Club. Nos gusta ver a River respetando su esencia e identidad. Por eso el diagnóstico para este arranque 2024 es claro: Así no River!!