River había jugado mejor pero no encontraba los caminos para llegar al gol. Faltaban minutos para que la despedida de Martín Demichelis, que había incluido una emotiva previa, un homenaje del DT a Ángel Labruna, y hasta aplausos del Monumental al oriundo de Justiniano Posse, termine con gusto amargo. Hasta que apareció Franco Mastantuono, y Demichelis no pudo contener las lágrimas.
El juvenil de 16 años, que debutó de la mano del ex entrenador de Bayern Munich, se hizo cargo de la ejecución de un tiro libre y la clavó en el ángulo. El tanto generó la explosión de toda la cancha, un desaforado grito de gol de todo el equipo, y un fuerte abrazo de Demichelis con su hijo Bastian primero, su cuerpo técnico después, y algunos de los futbolistas.
Sin embargo, la primera, e instantánea reacción de Demichelis fue romper en llanto. Fue una noche emotiva para el DT, que llegó a pura sonrisa al estadio, pero que al ingresar en el campo dejó caer las primeras lágrimas. Ya con el partido terminado siguió la emoción.
Culminado el encuentro, y con un triunfo en el bolsillo, llegaron los abrazos con los dirigentes y luego con cada uno de los jugadores. En el medio, agradecimiento, también con lágrimas en los ojos, a las cuatro tribunas que lo ovacionaron y beso al escudo de River.