Bruno Zuculini es uno de los líderes silenciosos que tiene River dentro de su plantel. Más allá de su perfil bajo y de haber corrido casi siempre desde atrás desde que llegó a River, el mediocampista se convirtió en uno de los jugadores más respetados y escuchados por sus compañeros. Sobre todo por parte de los jóvenes, que suelen recibir sus consejos. Es, de alguna manera, ese eslabón necesario para integrar a los más chicos con los más experimentados. Su rol es fundamental dentro del vestuario
Más allá del protagonismo que tiene Zucu dentro del grupo, la llegada de Matías Kranevitter -hoy recuperándose de una lesión- y la preponderancia de Enzo Pérez -capitán indiscutible del equipo- hacían suponer que el volante millonario podría buscar nuevos rumbos en este mercado de pases. Y la chance concreta estuvo, a decir verdad. El jugador de River recibió en los últimos días el interés de la Universidad Católica de Chile, que estaba dispuesta a pagar la totalidad de la cláusula de rescisión para concretar su llegada. Hasta recibió varios llamados de su DT, Ariel Holan, para tratar de convencerlo. La pelota ahora la tenía Zuculini y debía tomar una determinación.